Que llovía en dirección contraria al viento y me empapaba de más,
Que veía la hoja y no se me ocurría nada,
Que veía un papel viejo, amarillento y sobre todo, del pasado,
y sonreía.
Que escuchaba trova y quería cantarla.
Que leía viejas frases inconfundibles entonces, inentendibles ahora.
Que deseaba poder escribir sin culpas, sin pena y sin pecado.
Que se me ocurrían mil adjetivos para tu sola palabra.
Pero siempre,
siempre que venía y veía ese espacio vacío
siempre que venía y te quería decir mil tonteras,
siempre eras vos.
Y me quedaba callado.
1984 - Capítulo 5. Primera parte
Hace 4 semanas
3 Manchas en la pared:
y siempre es bueno pasar por aqui buen poema maestro saludos
"escribir sin culpas, sin pena y sin pecado" simplemente no se puede
Si la vida fuera color de rosa todo el tiempo, probablemente no escribiéramos nada, nos dedicaríamos simplemente a vivirla
PD: no te preocupés por el silencio, a veces se dice más cuando se calla.
Muy Bueno
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