En su juventud, Salvador Dalí, sabedor de su genio, se aconsejó a sí mismo:
" 1. Crearme mi propia cárcel lo antes posible. Y así lo hice.
2. Convertirme, en la medida de lo posible, eb ligeramente multimillonario. Y así ha sido."
Tomado de "Diario de un Genio", de Salvador Dalí.
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