"Miro en el reloj y los segundos van latiendo en una estúpida manía circular."
Y entonces se reunieron para darle un nombre a todo. Eran los tiempos en los que nada existía sin ser nombrado. Todo era nuevo. Todo necesitaba una explicación.
Tomaron una hoja, la unieron a varias más y le llamaron libro.
Alguien levantó un dedo para decir que era el único libro. Creamos el 1.
Lo señaló uno de los demás y se señaló a si mismo. Se creo el 2.
Se fueron creando todos los números. El último señaló al grupo y a mi. Se creo el 9.
Me vieron como esperando que diría. Hice un círculo en la arena y dije: "La nada que yo veo, encerrada por una línea. Y creé el Cero.
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