lunes, 8 de junio de 2015

Sobre las utopías de género

Cada vez es más claro que las sociedades actuales parecen no estar aprendiendo las lecciones del pasado. Siguen existiendo grandes grupos de personas que segregan a la gente por su color de piel, origen étnico, clase social, peso, preferencia sexual, religión, opinión política, estudios, el equipo de fútbol de su preferencia, ustedes nómbrenlo. Siempre hay un motivo por el que hemos considerado en algún momento, que contamos con prerrogativas especiales que nos confieren una posición superior. Esta vez, y sin más enfoques que la experiencia personal, me refiero al género.
Desde que recuerdo, mi vida ha estado ordenada por mujeres. Desde la muerte de mi papá, fui criado por una madre y una abuela luchadoras, que jamás me forzaron a pensar de una u otra forma, que me dejaron aprender por mi cuenta lo que quería creer, casi en absoluto. Y desde niño, jamás me dijeron que mi hermana tenía que hacer las cosas de la casa y yo no debía ayudarla. Jamás me dijeron que tenía ventajas. Jamás creí que tenía ventajas por haber nacido varón. He trabajado desde la misma edad que mi hermana, hemos tenido las mismas oportunidades, y hemos colaborado siempre que lo necesitamos. ¿Por qué resulta difícil para la mayoría de personas observar una igualdad entre individuos? Me parece curioso que se le agreguen ciertas cualidades, y compartan publicaciones de seudociencia, para referirse a la prueba definitiva de que un género es superior al otro. ¿Es necesario?
Estoy de acuerdo en que quizás es utópico pensar en una sociedad en la que tanto hombres como mujeres tengan las mismas oportunidades en estudios, trabajos, y aportes a la sociedad. Pero es mucho peor no intentar detener este patrón. 
Leí una publicación reciente en blogs de un medio digital, en la que se acusaba al periodismo nacional en general, casi de estar en contubernio con el estado en la aplicación de una macabra invisibilización de los crímenes contra mujeres, porque "no cuentan". Estoy en desacuerdo con ese planteamiento en específico, cuando a diario leo publicaciones sobre una mujer víctima de cualquier delito. Y es que es cierto, por nuestra misma sociedad machista, las mujeres son más vulnerables. Tanto lo son que se han creado delitos tipo, específicos para ellas, así como un cuerpo legal específico. En teoría no debería ser necesario, pero de nuevo, es pura utopía. 
Leí, de la misma forma, cuando un periodista del mismo medio, se expresó considerando lo vergonzoso de haber publicado esa opinión específica con tan poca base como la intuición. Se refirió a la publicación como "estupideces", "sandeces". La crítica "ad hominem", si es que me es permitido decirlo así, era a la opinión de la "tipa", la "gordita", la que "disfraza sus argumentos con lenguaje académico según ella". Y por supuesto, fue duramente criticado por diferentes periodistas algunos de su mismo medio, sobre el machismo, por haber dicho que esa opinión era estupidez. Yo veo 3 puntos importantes sobre ese intercambio que, probablemente no ha acabado, y son los siguientes:
1) El periodista se refirió a la autora de la publicación como se habría referido a un autor, de la misma forma, pedante, en que se le responde a un hombre, haciéndo nula diferencia por el género, refiriéndose directamente al enfoque que le pareció "estúpido". 
2) Las críticas a la opinión llevaban el componente "está en contra por misógino". Incluso leí a una famosa líder de opinión poner en twitter que era un clásico "ataque misógeno" (sic). 
3) Las críticas que se desataron hicieron que muchas mujeres dijeran que "así son los machistas, ladrando", " los periodistas misóginos atacan por envidia", y muchos similares, que denotan el mismo proceder que se está queriendo combatir. 
Yo me pensaría como sociedad, si no es necesario comenzar a educar en respeto y tolerancia a la niñez, asegurándonos que un ataque no tenga la normal respuesta de otro ataque, donde no sea lo más importante decir "no importa, es uno de nuestros blogs más leídos", como la defensa a esgrimir. 
Entiendo que es difícil que comprendamos que una opinión que no nos agrada, es una opinión que, si es expresada con respeto, merece el mismo respeto. También entiendo que sigue sin comprenderse cuando uno no hace la diferencia de género a la hora de expresarse ante alguien, porque, como dijo Renton que seríamos en mil años, algunos vemos a todos solo como personas. 
A mí, por ejemplo, me preocupa todas esas veces en que me subo al bus porque he quedado primero en la fila para abordar, y las mujeres que están detrás de mí se ponen histéricas diciendo que les he faltado el respeto, cuando no he hecho más que tomar el lugar que me tocó. Si una de ellas hubiese estado delante mío, pues, es el orden. 
También temo porque al ir en el bus repleto cada mañana al trabajo, alguna mujer piense que le rozo mi cuerpo con meros fines eróticos, y no porque el espacio es mínimo y tanto yo como ella somos gorditos. Temo que una de ellas me haga el reclamo de su vida y hasta me golpee bajo la idea de que porque soy hombre lo que buscaba era el contacto. Yo solo quiero avanzar en el bus. 
Me preocupa que cuando estoy frente a un asiento del bus que se vacía, me siento y recibo de las mujeres paradas cerca de los otros asientos, una severa puteada por mi falta de caballerosidad. Y yo solo pienso que somos iguales y que ni yo ni ellas tenemos más prerrogativas que el orden. Si una de ellas está frente al asiento,  no voy a correr a quitárselo, es suyo. 
Creo que tanto hombres como mujeres debemos tomar en cuenta que no debemos vivir en los extremos. No todos los hombres andamos pensando en lo mismo. No todos nos acercamos con intenciones sexuales. 
Básicamente no todos los hombres van pensando en el ataque. Entiendo que por la sociedad machista las mujeres actúen a la defensiva. Pero temo en serio salir golpeado o puteado por cosas de las que no tengo culpa. 
Creo firmemente que es necesario caminar a una sociedad justa incluso, y desde la niñez, en la que ambos géneros coexistamos en la igualdad que nuestra Constitución establece. 
Reciéntemente vi una película, y a muchos les molesta la idea que tenga un enfoque hasta cierto punto reivindicativo del papel de la mujer. Y como dicen en este análisis sobre los enfoques feministas de la película:  "The story is this: The liberation of women is the liberation of everyone, and there’s only one way to stay alive when the world burns. We must learn to survive each other, because we can’t survive without each other".