miércoles, 27 de marzo de 2013

Dilema del erizo

Lo vi por primera vez en un ánime hace ya unos 8-10 años, y luego lo leí en un librito de filosofía, creo que de Howard Selsam, que presté y jamás me devovieron.
La idea era practicamente irrefutable.
La interacción natural de los seres humanos parece adaptarse a ello perfectamente.


El Dilema del erizo es una parábola escrita en 1851 por Arthur Schopenhauer
En un frío día de invierno, una manada de erizos se juntan para resguardarse de la helada gracias a su propio calor, amontonándose unos encima de otros. Pero sucedió que se pincharon entre ellos y el dolor fue tal que tuvieron que separarse rápidamente, con lo que otra vez sintieron frío. Así que entre el peligro de morir de frío o de hacerlo por el dolor que se infringían mutuamente con sus espinas, acabaron encontrando la distancia correcta, aquella que les permitía no morir de frío y no hacerse demasiado daño, de manera que el frío y el dolor fuese soportable.
Así, la necesidad de vivir en sociedad, nacida del vacío y de la monotonía del yo interior, atrae a los seres humanos los unos hacia los otros; pero sus numerosos rasgos desagradables y errores imperdonables vuelven a separarlos. La distancia intermedia, que terminan por hallar y hace posibles su convivencia, viene dada por la amabilidad y las buenas costumbres.

Cuanto más cercana sea la relación entre dos seres, más probable será que se puedan hacer daño el uno al otro. Sin embargo, sin acercamiento se vive el dolor de la soledad. 

Y esas cosas duelen, se sienten, se viven, y se hace hora de ir por un jugo y luego dormir.  

miércoles, 13 de marzo de 2013

Morriña

"Ah, ¿pero sabéis qué?, continuó Álvaro sin hacerle caso, se me ocurre otra palabra, una, una que es la contraria de la otra y, bueno, en realidad no es castellana, es gallega, pero la conocemos todos los españoles, es una palabra bien bonita, escuchad cómo suena, qué graciosa: morriña. Al oír la música de esta palabra, el organillero aplaudió muerto de risa y le pidió a Álvaro que la pronunciara seis veces seguidas, tratando de repetirla y riéndose cada vez que la escuchaba. Repentinamente eufórico, Álvaro explicó que la morriña era una especie de nostalgia por la tierra natal, un sentimiento lejano y triste pero también un poco dulce. Y que ser republicano y español era como la morriña, un sentimiento agridulce, un honor y un lamento. Es una pena con vaivén, de marineros, dijo Álvaro, pero un poco marineros somos todos."

"El viajero del siglo" de Andrés Neuman.

sábado, 9 de marzo de 2013

Scott Fizgerald



Scott Fitzgerald (Según Hemingway en "A Moveable Feast")


"Su talento era tan natural como el dibujo que forma el polvillo en un ala de mariposa.
Hubo un tiempo en que él no se entendía así mismo como no se entiende la
mariposa, y no se daba cuenta cuando su talento estaba magullado o estropeado.
Más tarde tomó conciencia de sus vulneradas alas y de cómo estaban hechas, y
aprendió a pensar pero no supo ya volar, porque había perdido el amor al vuelo y no
sabía hacer más que recordar los tiempos en que volaba sin esfuerzo. "

Papá Hemingway siempre tiene razón. 

miércoles, 6 de marzo de 2013

Distorsión

El sabía que en la era de la información podía hacer lo que quisiera. Podía inventar, escribir, mentir, crear.
La red social más grande del mundo le permitió crear un perfil para cada una de sus 5 personalidades. 
Y vivir una vida creíble para cada una de ellas.
Pero la vida real era más.
Decidió acabar con sus vidas virtuales. 
Tenía tantos amigos que decidió que no podía simplemente eliminar las cuentas fantasmas.
Decidió que lo más sencillo era aplicar un Sherlock y pretender una muerte.
Dijo a todos sus amigos en sus perfiles falsos, que padecía de una extraña enfermedad de la que no sobreviviría más de 2 semanas. 
Se sentía más tranquilo diciéndoles que esta enfermedad comenzaría por darle bajas de presión constantes, y al final un certero paro cardiorespiratorio acabaría con él inevitablemente.
Ahora dejaba todos los perfiles con el ánimo de jamás volverlos a visitar. Pero sintió miedo al no recordar cual de los 6 perfiles era el verdadero.
Y sintió dolor en su pecho.

Sic Semper

La historia nos ha dicho que a uno de los presidentes más amados de la historia de los Estados Unidos, y a quien ha puesto de moda la maravillosa interpretación que hizo Daniel Day Lewis, en la película de Spielberg, "Lincoln", lo asesinó un actor de teatro llamado John Wilkes Booth, debido a su simpatía por el lado del Sur en la recién terminada guerra civil que enfrentó el país, y la cual fue hábilmente negociada por el mismo Lincoln y el General Grant para reconstruir lo más pronto posible el sistema de los Estados Unidos. Lo que no suele mencionarse demasiado, porque no pasa de ser anecdótico, es la frase que dijo Wilkes Booth en el momento del magnicidio: Sic semper tyrannis.  " Así siempre a los tiranos".  Irónico. 
Lo anterior viene a mención por un hecho simple: el tirano lo es siempre para una parte, el aclamado patriota igual. Ninguna persona obtendrá el honor perpétuo e indivisible de la humanidad, a menos que se acompañe de la famosa frase que le atribuyen a Borges de que " a los hombres se les juzga por sus mejores cualidades". Lo cierto es que a cualquiera se le olvidarán los defectos de aquellos que se han ganado el favor de los demás. Nadie recordará las historias negras sobre Gandhi, Madre Teresa, el Papa Juan Pablo II, etc. Eran personas íntegras. Casi se nos hace increíble que alguna vez tuvieran diarrea o algo parecido. No lo concebimos.  Y es una tontería no hacerlo. Todos somos humanos. Somos personas y defendemos nuestros ideales hasta donde creemos conveniente.
Para mucha gente que conozco, Hugo Chávez fue lo peor que le pudo pasar a Venezuela. Estatizó los medios de producción más importantes de Venezuela, estableció presupuestos para obras sociales que generaron deudas externas por miles de millones de dólares, estableció limitaciones a la clase más adinerada, etc.  Y estoy de acuerdo con que no era el mejor presidente del mundo, ni el que mejor se expresaba, ni mucho menos el más puro, considerando su desfachatado nepotismo que siempre odié. 
Creo, fuera de su mala educación en los protocolos más altos, que lo importante es la gente. Y así como conozco gente que se quejó todo el tiempo de Chávez, también conozco gente que me habló maravillas de su gobierno. Gente que comió, se educó y tuvo mejor salud, gracias al gobierno de Chávez.
Ni a mí, ni a ningún salvadoreño nos corresponde juzgar el gobierno de Chávez. Sobre todo si lo hacemos desde la única óptica de nuestra simpatía política. 
La gente es así. No perdemos una oportunidad de defenestrar al oponente por el simple hecho de serlo. 
A alguien de pensamiento liberal-derecha-radical-republicano, no se le ocurrirá siquiera pensar que al menos una idea o plan de un gobierno de la facción contraria sea efectivo y además bueno. Y a la inversa, ningún militante de izquierdas-revolucionarios-socialistas, etc, serán capaces de admitir que un gobierno, o aún, un líder de derecha tiene una idea, pensamiento, plan, que sea igualmente efectivo. 
Es la misma lucha de contrarios de la que habla la dialéctica, pero estupidizada hasta el cansancio.

Deng Xiaoping gobernó durante 20 años a la China "Comunista", y la introdujo a las mayores reformas económicas desde el " Salto hacia adelante" de Mao, que tantos muertos había ocasionado.  Una de sus frases más recordadas fue: "No importa que el gato sea blanco o negro; mientras pueda cazar ratones, es un buen gato." 
Eso es un buen corolario para este momento. Chávez ya murió y no fue el mejor presidente del mundo, pero fue quizás el que necesitó Venezuela, y el que dejó una Venezuela totalmente distinta a la que encontró, con índices sociales mucho mejores a los que tomó.
Lo que depara el futuro del chavismo lo decidirán los mismos venezolanos que han vivido apoyándolo durante 15 años. Aunque era obvio el caudillismo, si en 15 años la oposición tuvo oportunidades de recuperar el poder y no lo logró, deberá mejorar sus propuestas para esta nueva oportunidad, porque a los venezolanos, como a los latinoamericanos que compartimos esta historia de excesos políticos, dictaduras, clientelismo con las grandes potencias, etc, lo que nos importa son los resultados. Así de simple.
 
Nosotros decidimos nuestros conceptos, aunque cueste creerlo.

lunes, 4 de marzo de 2013

Trámites

Estás en la Alcaldía intentando resolver un asunto que podría devenir en algo grave, y de repente comenzás a escuchar esa canción. Esa canción que dice que la felicidad, me está enseñando que hoy no soy feliz, porque es que cuando tu te vas me quiero ir. Y me emociona que alguien en oficina de gobierno tenga buen gusto.
Busco a todos lados y no encuentro donde suena.
Veo a la señorita en el otro escritorio y tampoco es ahí.
Veo al agente del CAM y tampoco. 
Veo y veo y escucho y escucho.
A todo lugar donde me acerco escucho la misma canción.
Interminable minuto y medio.
Luego darse cuenta que la música suena en tu teléfono.
La vergüenza.


Moraleja: Buscás eso que te emociona en todos los lugares menos donde debías buscar primero.