miércoles, 6 de marzo de 2013

Distorsión

El sabía que en la era de la información podía hacer lo que quisiera. Podía inventar, escribir, mentir, crear.
La red social más grande del mundo le permitió crear un perfil para cada una de sus 5 personalidades. 
Y vivir una vida creíble para cada una de ellas.
Pero la vida real era más.
Decidió acabar con sus vidas virtuales. 
Tenía tantos amigos que decidió que no podía simplemente eliminar las cuentas fantasmas.
Decidió que lo más sencillo era aplicar un Sherlock y pretender una muerte.
Dijo a todos sus amigos en sus perfiles falsos, que padecía de una extraña enfermedad de la que no sobreviviría más de 2 semanas. 
Se sentía más tranquilo diciéndoles que esta enfermedad comenzaría por darle bajas de presión constantes, y al final un certero paro cardiorespiratorio acabaría con él inevitablemente.
Ahora dejaba todos los perfiles con el ánimo de jamás volverlos a visitar. Pero sintió miedo al no recordar cual de los 6 perfiles era el verdadero.
Y sintió dolor en su pecho.

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