miércoles, 28 de marzo de 2012

12 cosas que aprendí sobre Twitter

1.Los usuarios de twitter que deciden leerte no son tus amigos, aunque puedan convertirse en ellos.
2.Cualquiera puede presumir en cuanto a conocimientos de ortografía, física, química, historia, literatura, artes, fútbol, cine, geografía, política, etc, desde su cuenta de twitter, sin necesidad de refrendarlo en la realidad. Rarísima vez lo harán.
3.Se puede llenar una biografía de twitter, de infinitas cualidades autoatribuidas para presumir una personalidad a conveniencia.
4. Cualquiera se tomará a pecho cualquier tweet que exprese cualquier idea aunque no se tengan los suficientes argumentos para discutirlos y/o rebatirlos.
5. Todos creen estar leyendo a las mejores personas de todo twitter.
6. Una foto puede lograr que la gente te lea más que si tus ideas realmente valiesen la pena.
7. Cualquiera puede copiar una frase de una canción, libro, película, etc, sin el valor de digitar las comillas, para hacerse pasar por intelectual o al menos de ocurrente. 
8. Cualquiera escribe que es alguien de "mente abierta" en su twitter, aunque en la vida real sea alguien cerrado que no acepta argumentos. Se expresa también en la falsa camaradería o falsa personalidad.
9. La mayoría prefiere ocultarse detrás de un personaje en lugar de mostrar su verdadera personalidad.
10. Todos se sienten con la verdad absoluta del tema que esté en boga. Se propugna la tolerancia y se demuestra lo contrario.
11. Cualquiera cree que es un agente de cambio social por el simple hecho de hacer click en un video, compartirlo, donar un dólar a una causa e indignarse mediante un tweet. Es fácil sentir que se cumple un deber moral con un tweet.
12. Lo que se escriben las personas en su cuenta de twitter no define la persona que son en la vida real.

Al final todos somos solo personas.

jueves, 22 de marzo de 2012

Nostalgia

Es 22 de marzo. 
He escuchado todo el día a Silvio Rodríguez. A ratos me decía que escribiera la canción de la ausencia de ti, y a otros ratos como ahora decía que te diera una canción.
Era muchísimo más fácil resumir todo en una canción, una película, una poesía, y dejarlo todo aquí. Pero ya no puedo sumarlo todo así.
Quiero creer que un día comenzaré a borrar todas esas palabras que dije y me quedaré ahí, parado en ese enorme vacío en expansión. Eso y otras cosas imposibles.
Primero borraré esa necesidad de encontrar en cada mujer ese pequeño detalle que hace que me recuerden a vos.
Pensaré en esa absurda manía de encontrarte a cada momento disfrazada de ingeniosa casualidad. Me convenceré que es algo que me volverá a suceder. Que Aute mentía en sus canciones. Que aún no estoy lo suficiéntemente mayor para vivir un gran amor.
Creeré que alguien en algún momento del corto futuro que me aguarda, podrá hacerme entender que las casualidades aún pueden ser maravillosas.
Me esforzaré en creer que los días no fueron especiales, que la vida es un poco menos que los garabatos que estoy escribiendo ahora. Y quizás, solo quizás, olvidaré todo.
Olvidaré como te regalé tantas cosas que jamás se me ocurrirá regalar de nuevo.
Olvidaré que a nadie le volví a escribir esos cientos de páginas que te escribí a vos, como creyendo que hablaban mejor que mi voz, o como si ahí depositara todo eso que sentía. Como si eso fuese posible.
Olvidaré esos apodos cariñosos porque, ya es tiempo. Ya se me debe olvidar el ingenio que les pusimos a los apodos.
Olvidaré toda esa música que descubrimos juntos, las películas, la poesía.
Olvidaré que han pasado ya seis años en este 2012 desde aquella primera vez que te vi. 
Olvidaré todo.
Pero seamos honestos. ¿Vos creés eso?
¿De verdad creés que podría olvidarme de tu desesperación por no lograr hacer todo lo que quisieras para mejorar el mundo?
¿Creés que puedo olvidar como te dolía el mundo? 
¿Creés que podría de alguna forma incomprensible, justificar la creencia popular que dice que uno se aferra a los recuerdos para poder hacer la vida más soportable?
¿Creerás que este no es más que un post en un blog olvidado que vos jamás leerás?
Yo no podría creerlo. 
Te doy las palabras que es lo único que me queda.

sábado, 17 de marzo de 2012

Atrapado

Es pequeño. Lo más seguro es que sus padres estén muertos.
Ahí está, abandonado en un mundo demasiado grande y cruel para él. Se esconde entre los bordes para que no lo vean cuando sale a explorar para buscar algo de comer. Tiene miedo. Hace días sus padres salieron a buscar algo de comer y no han vuelto. Ya no los puede esperar más. Morirá de hambre si no va a buscar algo. Le dan ataques de pánico instintivo cuando ve sombras en la sala de la casa.
Trata de escapar lo más rápido posible cuando siente que puede ser descubierto. A veces ya lo han visto. Le han impresionado tanto que apenas y ha escapado cuando le han lanzado golpes con escobas. A veces piensa que todo va a terminar mal. Quiere rendirse. 
Está cada día más delgado.No sobrevivirá mucho tiempo. A veces cuando todos duermen va a la basura a tratar de comer algo. Cada vez dejan menos para él.
La vida es difícil para un pequeño gecko al que le matás los padres.

martes, 13 de marzo de 2012

Pequeña broma infinita

Cuenta mi hermana en modo de broma, que en su futuro trabajo le pagaran por hora. 

C: Me pagarán por hora. Ganaré $1.75 la hora. 

Yo: ¿Te pagarán por hora?¿Te pagarán cada hora? ¿Cada vez que haya cambio de hora te pagarán?  Si entrás a las 2 de la tarde, ¿a las 4 tendrás $3.50 en el bolsillo? ¿ Y a todos les pagan igual?

C: A todos nos pagarán igual. (Con cara de no querer responder a la primera broma.)

Yo : Y, ¿ Aceptarán que pasés solo cobrando en el trabajo? Tardarás más tiempo en cobrar que en trabajar. Y, ¿a la persona que paga, también le pagan por hora? ¿Cómo hacen para pagarle a cada hora a esa persona? ¿Quién le pagará a la persona que paga? ¿ Y a esa persona quién le pagará?

Mi hermana enciende el televisor y decide no responder.

Cosas que parecen no cambiar

Camino a una reunión con una amiga que está por irse del país. Llego a la parada del bus y una mujer más o menos de mi edad, con el clásico uniforme de turista extranjera y toda la apariencia de una gringa promedio, espera el mismo bus que yo. Lo sé porque ese es el único bus que pasa en la calle de mi casa.
La veo de reojo y se da cuenta que la vi. Me sonrie. Sonrío hacia ella. Me suelta un simple y sonriente "Hi" mientras se coloca el cabello detrás de la oreja. Tengo ganas de coquetearle de esa forma particular que me enseñó leer a Kundera, como les conté anteriormente.
Apenas logro mover la mano para saludarla antes de comenzar a hablar. Un carro se detiene frente a nosotros y le pita, aunque suavemente.
El que maneja le dice que si ella necesita ir a algún lado, que él la puede llevar. Ella dice que va cerca , a unas cuantas cuadras. Él dice que la puede llevar, que le da pena que ella tenga que estar esperando ahí sola y en ese calor.
Ella acepta, al parecer con pena. Él le abre la puerta y le pregunta el nombre. Ni siquiera alcanzo a escuchar. Ella sube y me dice en un rudimentario español: "Hasta luego." Sonríe y el carro se va.
Tengo mucha suerte, el bus viene detrás.

jueves, 8 de marzo de 2012

" Y usted, ¿ya firmó las dos mil palabras?"


 I

La campaña terminó y la gente ya debe estar bastante decidida a ejercer su derecho a elegir sus representantes, si es que quiere apoyar este sistema, si es que se sienten representados o si es que las personas que se han postulado son lo suficientemente aptas para representarlos.
Aunque la democracia como sistema está lleno de defectos, viviendo dentro del mismo nos hemos dado cuenta que la única solucion se basa en esperar que alguna vez se puedan elegir representantes que trabajen con una agenda de país y no de partido o grupos de poder como se ha venido dando desde que tenemos memoria democrática en el país.
En un libro que jamás termino de leer, Milan Kundera hace mención de los tiempos de la Primavera de Praga y sus consecuencias. Habla sobre un manifiesto firmado por los principales intelectuales de Checoslovaquia en el cual se hacía un llamado a la democratización luego del sometimiento a la Unión Soviética. La idea era que la gente que podía tener una voz para denunciar aún con la casi segura consecuencia del encarcelamiento, pudiese firmar y hacerse parte de un pequeño movimiento que reflejaba que la sociedad no estaba conforme con el rumbo del país. Obviamente, la realidad de El Salvador no es la misma, pero la idea de hacerse escuchar es la misma siempre y en cualquier lugar. 
No soy de la idea de no participar del evento electoral, pero si de pensar bien el rumbo que las mayorías deberían darle al sistema.
Me resulta complicadísimo votar por candidatos que se han eternizado en los cargos de elección popular en un sistema que es manipulado de mil formas. Mucho más complicado votar por las mismas ideas recicladas, adulteradas, falsificadas y sin respaldo con verdadero trabajo.
La gente insistió demasiado en la figura de los candidatos independientes para que al final ninguno obtenga los votos suficientes para resultar electo. 
Me niego sinceramente a votar por candidatos que las cúpulas partidarias han elegido por mí y que no responden a mi visión de política de país, ni responden a una agenda de desarrollo del país, vengan de la tendencia que vengan. 
No puedo seguir con esa técnica de la mayoría de salvadoreños que votan por el "menos peor". 
No puedo votar por candidatos que han sido acusados de corrupción, que se han visto envueltos en escándalos por estar borrachos en plenarias, candidatos que se han salido de un partido nada más porque les iban a negar la reelección, candidatos que votan por leyes en consecuencia de favores recibidos, como si de milagros se tratara.
Siempre quise creer en un movimiento social que consiguiera un cambio en la representación política del país, aunque implicara reformar la Constitución, pero no se pueden tener soluciones de ese tipo porque somos una sociedad corrupta. Todo el sistema está corrupto.  No hay institución que no esté ocupada por motivos político partidarios. Las mayores instituciones del país están regidas por personas que no fueron elegidas para sus cargos en base a criterios técnicos, sino a criterios de conveniencia partidaria o de reparto de poder. 
Ya no quiero votar.
Ya no quiero leer el lunes que el escrutinio dice que la correlación de fuerzas sigue estando pareja, que los partidos mayoritarios cada vez se reparten mayor parte del pastel, que la nueva asamblea tendrá que negociar más. ¿Para qué? Para qué si siempre se legislará en base a objetivos del partido. 
Tengo que creer que alguno de los diputados me demostrará su compromiso una vez instaladas las nuevas plenarias a partir de mayo. Quiero creer que algunos diputados votarán en base a su conciencia y no a los lineamientos partidarios, como es costumbre.
Quiero creer tantas cosas. Al final quiero creer muchísimas más cosas de las que sé.
Y usted,¿ ya decidió por quién votará?

Y volver, volver, volver...

"En el universo existe un planeta en el que todas las personas nacerán por segunda vez. Tendrán entonces plena conciencia de la vida que llevaron en la tierra, de todas las experiencias que allí adquirieron.
Y existe quizás otro planeta en el que todos naceremos por tercera vez, con las experiencias de las dos vidas anteriores.
Y quizás existan más y más planetas en los que la humanidad nazca cada vez con un grado más (con una vida más) de madurez.
Claro que nosotros, aquí, en la tierra (en el planeta número uno, en el planeta de la inexperiencia), sólo podemos imaginar muy confusamente lo que le ocurriría al hombre en los siguientes planetas. ¿Sería más sabio? ¿Es acaso la madurez algo que pueda ser alcanzado por el hombre? ¿Puede lograrla mediante la repetición?
Sólo en la perspectiva de esta utopía pueden emplearse con plena justificación los conceptos de pesimismo y optimismo: optimista es aquel que cree que en el planeta número cinco la historia de la humanidad será ya menos sangrienta. Pesimista es aquel que no lo cree
."

La insoportable levedad del ser (Milan Kundera)