miércoles, 26 de febrero de 2014

Top 10 definitivo de The Smiths

A veces hago listas por diversión.
En una ocasión, muy reciente, hice una lista de mis bandas favoritas de la historia, y justo a la mitad de mi top 10, encontré el lugar de los Smiths. Una de las bandas más influyentes, honestas, líricas y productivas que he escuchado.Ni mencionar la deuda musical que tiene la escena indie actual para con Morrissey, Marr y compañía, hasta en las portadas de sus discos, véase portadas de los Smiths y de Belle and Sebastian.
Por eso, ahora que se andan cumpliendo 30 años de su debut, me dieron ganas de hacer mi lista definitiva de las 10 canciones favoritas de los Smiths.

10. What difference does it make?




9.These things take time



8. I know it's over




7.Please, please, let me get what I want



6. William, It was really nothing




5. Heaven knows I'm miserable now




4. Half a person



3. Stop me if you think you've heard this one before





2. There is a light that never goes out




1. How soon is now?

martes, 25 de febrero de 2014

Se acabó

Cada noche camino unos 25 minutos hasta mi casa. Puedo tomar un bus pero prefiero caminar. Ir solo es mejor. 
Y cada noche, ahí estaba. Un especimen de esos que son mis favoritos de la raza humana. A algunos les gustan los niños porque la ingenuidad los hace ser buenos. A mí no. 
Cada vez que veo a un anciano siento la ternura de estar viendo a alguien que volvió a ser niño. De repente siento un poco de tristeza de saber, o al menos sospechar que jamás me acercaré, ni a la edad ni a la sabiduría acumulada en el más común de los ancianos.
Y ahí estaba con su canasto de pan. La ancianita a la que siempre le gustaba platicar. 
A veces me desesperaba. Yo solo quería comprarle para, inutilmente, sentirme mejor, y ella insistía en saber como estaba mi familia, como me iba en el trabajo, como me sentía. 
Un par de veces pensé en simplemente cambiar de camino porque no me gustaba quedarme mucho tiempo ahí. Igual seguí pasando y compraba. 
Una vez simplemente decidí que tenía que dejar de comprar por ganar mi autoindulgencia, y de paso la saludé con amabilidad. Ella preguntó si iba a comprar algo de pan. Le dije que esa noche no. Me vio tristemente y me dijo "Se acabó". 
Fue la última vez que la vi. 
Tenía unos 80 años. 
Quiero creer que ahora, en alguna otra acera de alguna otra calle, está preguntándole a sus clientes, cómo les va en el trabajo, cómo va la familia, cómo está de salud. Con su sonrisa, y la mirada de comprensión que jamás lograré tener.

domingo, 23 de febrero de 2014

Voter's Block




"Voter's Block: The attempt, however futile, to register dissent with the current political system by simply not voting"

miércoles, 19 de febrero de 2014

21

Hace 21 años yo era un niño que recién afrontaba el dolor del primer enamoramiento. Me sentaba a ver desde la terraza del tercer piso del edificio donde entonces vivía. Me gustaba estar solo. Siempre me gustó.
Era un niño, pero siempre pensé que había algo conmigo, con mi apariencia, con mi personalidad, que no le agradaba a la gente. 
La paz había sido firmada hace poco y la gente estaba expectante de la próxima elección presidencial. En mi casa, un viejecito de 65 años se sentaba a conversar conmigo como si fuésemos adultos los dos. Me decía que votaría por Chávez Mena, pero que sabía que nada cambia nada. Que lo único que lo podía hacer a uno feliz era querer a la gente. 
Era un señorón don José Agapito. No puedo decir que ese señorón me haya dado impresionantes lecciones de vida, pero si recordaré por siempre que todo hombre necesita a diario recordarle a su gente que la quiere. Todos los días abrazo a mi mamá pensando en eso. Todos los días le digo que la quiero, porque así aprendí, a decir las cosas antes que sea demasiado tarde. Todo eso si lo aprendí de mi abuelo. 
Hace 21 años lo escuché por última vez. Días antes de morir nos sentamos a ver por la terraza. 
"Estoy cansado", fue lo último que me dijo.  Luego se durmió. Al día siguiente estaba hospitalizado. Luego no volví a escucharlo. 
Conocí la muerte desde muy pequeño, y también conocí aferrarme a la gente. Porque, ¿sin la gente qué nos queda?  Ahora a mi abuela aún se le aguadan los ojos cuando lo recuerda. Cuando sabe que es con quien compartió tantos años de su vida. Cuando el tiempo juntos significaba la vida entera. Mi abuela es el fiel testigo del amor mismo por mi abuelo. Les debo tanto a mis viejitos. 
Hoy, solo escribo porque lo escrito queda más que yo, porque uno no puede irse nunca sin decir cuanto quiere a la gente.  Hacés falta, Papá Pito.

miércoles, 12 de febrero de 2014

¿Elegir?


Hace unos días tuvimos esa ilusión de la democracia representativa y casi 3 millones de salvadoreños fuimos a depositar nuestro voto tal como mandan nuestros deberes ciudadanos. 
Casi la misma cantidad con que ganó Mauricio Funes, votó por la continuidad del FMLN en el ejecutivo. Un millón de ciudadanos le quiso dar una nueva oportunidad a ARENA.  Trescientos mil confiaron de nuevo en Tony Saca, y muchos menos en los partidos recién nacidos. 
Algunos, unos 35 mil, preferimos usar nuestro derecho al voto para elegir no elegir. Decidimos que votar por simplemente hacerlo era aunque correcto legalmente, legitimar un sistema que ha fallado desde hace años.
Los partidarios de votar por el menos malo, los que se pusieron la camisa de uno u otro partido, no tardaron en tildar de antidemocráticos, ilusos e inconscientes a los que anulamos. Culpables de no haberle dado el voto a una de las opciones que "pudo haber ganado si hubieses votado".  Culpables de hacer gastar al estado en una segunda vuelta innecesaria. Culpables de no habernos conformado. Culpables de no aceptar las opciones que "democráticamente" fueron seleccionadas para vos.
¿Por qué no culpar al sistema que selecciona los candidatos que no son idóneos? 
¿Por qué no culpar a los partidos por elegir a la gente que quieren para esos cargos?
¿Por qué no culpar a un sistema que hace que, quien sea que gane, tenga que responderle más a los poderes económicos que lo impulsan más que al millón de personas que votan por él?
Porque es más fácil. Es más fácil porque te lo pueden decir. Te pueden recriminar directamente que es tu culpa. En el fondo, la gente que critica anular, sabe que este sistema tampoco permite que los partidos políticos te escuchen y mejoren su oferta electoral. Total, la gente, que ellos llaman voto duro, y algunos llamamos "voto borrego", siempre votará por ellos. Y quizás sean más. No sabemos hasta cuando serán más.
Lo cierto es que este sistema está podrido. La Constitución, aparte de no respetarse, requiere reformas que, son tan peligrosas para los partidos, que si se las proponemos, las deforman y hacen reformas para gobernar mejor a sus anchas. El sistema no sirve. Porque la gente que está en el sistema no sirve.
Me preguntaban muchos amigos que cual es la incidencia del voto nulo en una elección presidencial, que si se podía anular la elección, que el porcentaje imposible que se requiere para ello, etc. No había escapatoria.
Luego la duda era si la Constitución permitía la consulta popular, y no, no hay muchas opciones. Ahí dije, lo necesario es convocar a una Asamblea Constituyente, que formule una nueva Constitución con un verdadero pacto de nación, que busque el desarrollo y no el poder para un grupo u otro. Pero no, se tomarían a pecho aquello de "el poder se ejerce", y ellos saben que tienen el poder. ¿Por qué? Porque si se convoca a constituyente, hay que elegir una asamblea constituyente, y ¿quiénes son las opciones? Los mismos.  ¿Por qué? Porque los partidos están corruptos, y los independientes no tienen ni el dinero para armar una campaña ni el poder de decisión para ayudar a refundar esta democracia. 
Me causa de esa risa tonta, culpable y risa por no llorar, que los candidatos de los partidos que van a segunda vuelta estén confiadísimos que el voto borrego siempre llegará. ARENA dice que están seguros que la gente que anuló su voto, o los que no fueron a votar, son votantes suyos. 
El FMLN está confiado gracias a la ventaja, histórica y estadísticamente insalvable, que obtuvieron en la primera vuelta.
Al final, el ganador dará igual. La clase política no se ha renovado, y si se renueva, son los hijos de las cúpulas, los mismos que montan sus movimientos civiles que son en su mayoría pantallas para los partidos.
Dicho todo lo anterior. Yo no necesito, aunque la sociedad me lo pida, justificar mi decisión de anular el voto. Lo que necesito es que me ofrezcan opciones reales, que el sistema cambie, que la gente que manipula esta democracia deje de formar parte de las cúpulas y sobre todo, que la gente tome una actitud crítica hacia los partidos, candidatos y propuestas, o falta de propuestas reales. 
Mientras eso no pase, anulo mi voto, y usted, vote por quien vote, hace lo mismo que yo. Le importará lo mismo que yo a los elegidos.

jueves, 6 de febrero de 2014

Luz blanca - lluvia negra




Vi un brillante documental de Steven Okazaki, sobre los estragos de las bombas atómicas que se detonaron en Hiroshima y Nagasaki hace casi 70 años, de las cuales, por cierto, nadie ha respondido penalmente porque, obviamente, nadie le reclama al ganador de la guerra. El único que ve el final de la guerra es el muerto.

En un momento de la película, le preguntan a uno de los sobrevivientes, cómo lo había logrado en el momento más crudo del aftermath. 
"Comimos el aimal que encontrábamos, pero casi nunca había más alrededor que ratas y cuerpos descomponiéndose. No podíamos comer otros seres humanos porque pensábamos en la crueldad y lo inhumano de ello, ni ratas porque simplemente, eran demasiado rápidas para nosotros".

El mundo vive en un eterno aftermath de guerra nuclear.

"Clase"

2 cosas que aprendí sobre la clase política mientras veía la entrevista a Will Salgado en TCS.




1) Lo último que tiene la clase política, es clase.
Will Salgado se expresa con el cinismo de saberse parte de una clase en la que no se gana el puesto con educación, sino con dinero. El elitismo político que se devuelve favores entre ellos, que no requiere la opinión popular, que está ahí para mandar sobre vos, que tenés el derecho de elegir cual de todos ellos te mandará. El podrido elitismo político clientelista.

2) Para la clase política no contamos
Según lo que Will Salgado explicó, iba a consultar con la gente para ver por quien votarán en segunda vuelta, y él decidirá a quién apoyarán. El voto borrego una vez más haciéndose presente. El voto borrego que también parecen manejar Tony Saca o la dirigencia de GANA.
NO contás, ellos van a decidir a quien elegís.

¿Es esa la clase política que merecemos?
O quizás es un poco como canta Fito Páez: "Los poderes organizan cual será la repartija de los bienes de la época"