martes, 29 de marzo de 2011

A la brevedad posible.

Me invitaron a una cena. Voy a llegar tarde. 30 monedas de plata pesan demasiado.



*Esto es culpa de una pequeña colección de microcuentos que estoy ensayando. Disculpas por lo malo que resulta.

Mi nueva canción favorita

 Pedro Aznar y Charly García - Mientes.



Cuando miro adentro tuyo me asusto
de lo que hay
Cuando veo tus ojos y no estás

Para nombrar 7

Mis 7 películas románticas favoritas.

1.Eternal Sunshine of the Spotless Mind (2004)

Por si usted ha sentido algo que no le podrían borrar.

2. Casablanca (1942)



Tan sacrificada la gente. Yo entiendo porque soy un maitro prematuro.

3. Himmel über Berlín.(1987)



Todo lo que es posible hacer por alguien. (El contraste es evidente, en color está ella.)

4.500 Days of Summer.(2010)

Todos hemos sido Tom Hansen alguna vez. u_u

5. High Fidelity (2000)

Aprendí a ver el pasado. Eso y a hacer listas.

6. Before Sunrise.(1994)
 La primera es una maravilla.

7. Love Actually.(2003)

Sin demasiadas palabras. Nada más véanla.

Gracias a MF por conseguirme la foto de la película número 3.

Pregunta dentro de un cuento

"A vos que me leés, ¿no te habrá pasado eso que empieza en un sueño y vuelve en muchos sueños pero no es eso, no es solamente un sueño? Algo que está ahí pero dónde, cómo; algo que pasa soñando, claro, puro sueño pero después también ahí.."

Ahí pero dónde, cómo. (J.C.)

miércoles, 23 de marzo de 2011

Usted no existe

Usted no existe. Un día cualquiera me senté en silencio y tomé unas páginas. Mi bolígrafo negro no funcionó más y ni modo, tuve que escribir con el odioso azul. Recuerdo que lo más difícil fue imaginarlo todo. Imaginar que había algo a lo que ustedes y yo le llamaríamos realidad. Pensar que, en efecto, esto que escribía se volvería la vida.
Cuando comencé por dibujar las palabras que describían el mundo, primero dije que sería interesante pensar que había algo más que mi papel. Escribí un lugar en el cual escribía. Escribí un lugar en que no había necesidad de hacer nada bueno, ni nada malo. Bastaba con estar. Escribí que había un espacio en blanco en todo el mundo. Escribí que podía escribir en el aire. El aire se hizo denso cuando lo escribí. Escribí que las palabras se volverían lo que escribía. Escribí tautología. Escribí y borré. 
Escribí luego que existían espacios en los que interactuaba con más personas. No había necesidad de ser genial o similares. Escribí por escribir, porque me daba la gana.
Llené de páginas mi cuarto. Las pegué con cinta adhesiva. Llené la cabecera de mi cama de páginas del mundo que creaba. 
Me senté por la noche a escribir como mis amigos me leían. Creé gente que me leyera. Inventé un espacio para escribir. Necesitaba hacerlo. No sabía motivos ni consecuencias. No las necesitaba. Necesitaba escribir.
Así, pensé en la existencia de personas. Escribí. Las describí. Escribí la gente obsesionada con la ortografía. Escribí a la gente obsesionada con la música. Escribí gente a la que por obligación leía aunque lo que dijeran me parecía estúpido. Escribí gente haciendo competencias para que los leyera más gente. Escribí a personas que creían ser la quintaesencia de la política. Escribí gente que quiere cambiar al mundo. Pero todas eran mentira. Y un día borraré todo o le prenderé fuego. Y el papel será cenizas. Y lo que queda de las cenizas es todo lo que existe en el mundo. Y el mundo no existirá. Y no habrá sobre que reinar. Y no habrá sobre que escribir. Y podré entonces salir a buscarte y dejar de escribir. Caminar el día 22 con vos hacia los jugos y pedir lo de siempre, el mío con leche, chocolate y canela, el tuyo con fresa, naranja y un pastel de zanahoria.

domingo, 20 de marzo de 2011

Presagio

En una colonia sobre una colina que se quedó corta.
Subís en un microbús y te importa un carajo lo que ves. Vas a lo que vas. Vas a hacer tu trabajo. 
Un viejo, aparentemente de unos 80 años, camina apoyado de un bastón, cuando llegamos al lugar del trabajo.
Termino mi trabajo en 40 minutos.
Espero al microbús, a unos 100 metros de bajar. El viejo no ha terminado de bajar.
Lo veo y no puedo evitar empatizar con él. Voy y lo ayudo a dar unos pasos. Me dice que quiere descansar, que debe ir a una colonia que está, según lo que sé, a unos 15 minutos en carro. 
Coversamos.
Luego de 10 minutos es un viejito de 85 años llorando. Dice que vive con su sobrino, que en casa le dan únicamente agua para bañarse y cada día debe buscar algo que comer. Dice que sobrevive de lo que le dan sus vecinos. Su ropa está sucia, incluso con sangre. Dice que él mismo la lava. 
Dice que su rodilla ya no le permite caminar.
Dice que la casa donde vive, le pertenecía a su hermano y a él, pero que la registraron a favor del hermano para hacerlo más fácil. Recuerda con lágrimas en los ojos, que el mismo año murió su esposa, murió su hermano y quedó solo. El sobrino le dice que es una carga, que no lo necesita.
Llora y no puedo hacer nada.
Lo subo al microbús del trabajo y lo acercamos a su lugar de destino. Se baja con dificultad. Me ve con esos ojos casi de vidrio y sonríe levemente. A esa edad ya a todos se nos van acabando las sonrisas.
Me veo.
Me doy pena. Quizás sea lo que le depara el tiempo a la gente como yo.

lunes, 7 de marzo de 2011

Tanta Palabra



Tantas horas y tan poco día.
Tanto fuego y tan poco calor.
Tanta luna y tan poca noche.
Tanta gente y tan poco pueblo.
Tanto tiempo y tan poca vida.
Tanta luz y tan poca sombra.
Tanta muerte y yo con tanta impaciencia.

Tantas historias y tan poco cuento.
Tanta letra y tan poca palabra.
Tanta música y tan poca armonía.
Tanta libertad y aún tanto por hacer.
Tanta mancha y tan poco sentido.
Tanta sangre y tan poca verdad.
Tato dios y tan poco mundo.

Tanto pasado y tan poco futuro.
Tanto ego, tanta vanidad,
tanta muerte, tanta basura,
tanta sangre, tanta mierda
y tan poco escritor.

Tanta palabra y tan poco poema.