jueves, 27 de mayo de 2010

La Fábula


 
Alfredo: Te contaré una historia. Sólo para ti, Toto. Sentémonos. ¡Dios Mío!
Hubo una vez un rey que dio una fiesta. Las más hermosas princesas asistieron. Un soldado de la guardia real vio pasar a la hija de rey. Era la más adorable, e inmediatamente el soldado se enamoró. Pero, ¿qué era un simple soldado al lado de la hija de un rey? Un día el soldado se las arregló para verla y le dijo que ya no podía vivir sin ella. La princesa quedó tan impactada por la profundidad de sus sentimientos que le dijo: "Si puedes esperar por 100 días con sus noches bajo mi balcón yo seré tuya". Dicho esto, el soldado salió y esperó un día, dos... luego diez, veinte. Cada noche la princesa lo buscaba y allí estaba él, sin moverse. Siempre allí, lloviera o relampagueara. Las aves se posaban en su cabeza, las abejas lo aguijoneaban, pero él no se movía. Después de 90 noches, se veía seco y pálido. Brotaron lágrimas de sus ojos. No pudo detenerlas. No tuvo ni siquiera fuerzas para dormir. Y todo ese tiempo, la princesa lo observaba. Cuando la nonagésima novena noche llegó... el soldado se levantó, tomó su silla, y se marchó..
Toto: ¿Qué? ¿Justo al final?

Alfredo: Justo al final, Toto. No me preguntés qué significa, no lo sé. Si logras descrifrarlo, me lo dices.

[Pocos años después, Toto ha aprendido un poco más sobre la vida y presenta su interpretación sobre el final de la historia.]
Toto: ¿Recuerdas la historia del soldado y la princesa? Ahora entiendo por qué el soldado se fue justo al final. Una noche más y la princesa hubiera sido suya. Pero no había manera que ella pudiera mantener su promesa. Y eso hubiera sido demasiado cruel. Lo hubiera matado. De esta forma, al menos durante 99 noches, él vivía con la ilusión de que ella estaba allí, esperando por él.

Alfredo: Haz como el soldado, Toto. Vete.
 (Tomado de le preciosa obra de Giuseppe Tornattore "Cinema Paradiso")

miércoles, 19 de mayo de 2010

En un lugar de La Mancha...

Epitafio de Don Quijote.
 
Yace aquí el Hidalgo fuerte
que a tanto extremo llegó
de valiente, que se advierte
que la muerte no triunfó
de su vida con su muerte.

Tuvo a todo el mundo en poco;
fue el espantajo y el coco
del mundo, en tal coyuntura,
que acreditó su ventura
morir cuerdo y vivir loco.

Un año

Ya pasó un año del día que estaba en el cine y me llegó un mensaje que decía que "Murió Benedetti". Y en dos palabras, me causó tristeza. No es porque fuera el mejor, no es porque fuera mi favorito. Era cercano, cálido leerlo. Y así. No hay mucho más que decir. Solo que lean mi poema favorito de él.

                                                           A la izquierda del roble

No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero el Jardín Botánico es un parque dormido
en el que uno puede sentirse árbol o prójimo
siempre y cuando se cumpla un requisito previo.
Que la ciudad exista tranquilamente lejos.

El secreto es apoyarse digamos en un tronco
y oír a través del aire que admite ruidos muertos
cómo en Millán y Reyes galopan los tranvías.

No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero el Jardín Botánico siempre ha tenido
una agradable propensión a los sueños
a que los insectos suban por las piernas
y la melancolía baje por los brazos
hasta que uno cierra los puños y la atrapa.

Después de todo el secreto es mirar hacia arriba
y ver cómo las nubes se disputan las copas
y ver cómo los nidos se disputan los pájaros.

No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
ah pero las parejas que huyen al Botánico
ya desciendan de un taxi o bajen de una nube
hablan por lo común de temas importantes
y se miran fan ticamente a los ojos
como si el amor fuera un brevísimo túnel
y ellos se contemplaran por dentro de ese amor.

Aquellos dos por ejemplo a la izquierda del roble
(también podría llamarlo almendro o araucaria
gracias a mis lagunas sobre Pan y Linneo)
hablan y por lo visto las palabras
se quedan conmovidas a mirarlos
ya que a mí no me llegan ni siquiera los ecos.

No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero es lindísimo imaginar qué dicen
sobre todo si él muerde una ramita
y ella deja un zapato sobre el césped
sobre todo si él tiene los huesos tristes
y ella quiere sonreír pero no puede.

Para mí que el muchacho está diciendo
lo que se dice a veces en el Jardín Botánico

ayer llegó el otoño
el sol de otoño
y me sentí feliz
como hace mucho
qué linda estás
te quiero
en mi sueño
de noche
se escuchan las bocinas
el viento sobre el mar
y sin embargo aquello
también es el silencio
mírame así
te quiero
yo trabajo con ganas
hago números
fichas
discuto con cretinos
me distraigo y blasfemo
dame tu mano
ahora
ya lo sabés
te quiero
pienso a veces en Dios
bueno no tantas veces
no me gusta robar
su tiempo
y además está lejos
vos estás a mi lado
ahora mismo estoy triste
estoy triste y te quiero
ya pasarán las horas
la calle como un río
los árboles que ayudan
el cielo
los amigos
y qué suerte
te quiero
hace mucho era niño
hace mucho y qué importa
el azar era simple
como entrar en tus ojos
dejame entrar
te quiero
menos mal que te quiero.

No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero puedo ocurrir que de pronto uno advierta
que en realidad se trata de algo más desolado
uno de esos amores de tántalo y azar
que Dios no admite porque tiene celos.

Fíjense que él acusa con ternura
y ella se apoya contra la corteza
fíjense que él va tildando recuerdos
y ella se consterna misteriosamente.

Para mí que el muchacho está diciendo
lo que se dice a veces en el Jardín Botánico

vos lo dijiste
nuestro amor
fue desde siempre un niño muerto
sólo de a ratos parecía
que iba a vivir
que iba a vencernos
pero los dos fuimos tan fuertes
que lo dejamos sin su sangre
sin su futuro
sin su cielo
un niño muerto
sólo eso
maravilloso y condenado
quizá tuviera una sonrisa
como la tuya
dulce y honda
quizá tuviera un alma triste
como mi alma
poca cosa
quizá aprendiera con el tiempo
a desplegarse
a usar el mundo
pero los niños que así vienen
muertos de amor
muertos de miedo
tienen tan grande el corazón
que se destruyen sin saberlo
vos lo dijiste
nuestro amor
fue desde siempre un niño muerto
y qué verdad dura y sin sombra
qué verdad fácil y qué pena
yo imaginaba que era un niño
y era tan sólo un niño muerto
ahora qué queda
sólo queda
medir la fe y que recordemos
lo que pudimos haber sido
para él
que no pudo ser nuestro
qué más
acaso cuando llegue
un veintitrés de abril y abismo
vos donde estés
llevale flores
que yo también iré contigo.

No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero el Jardín Botánico es un parque dormido
que sólo despierta con la lluvia.

Ahora la última nube a resuelto quedarse
y nos está mojando como alegres mendigos.

El secreto está en correr con precauciones
a fin de no matar ningún escarabajo
y no pisar los hongos que aprovechan
para nadar desesperadamente.

Sin prevenciones me doy vuelta y siguen
aquellos dos a la izquierda del roble
eternos y escondidos en la lluvia
diciéndose quién sabe qué silencios.

No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero cuando la lluvia cae sobre el Botánico
aquí se quedan sólo los fantasmas.

Ustedes pueden irse.
Yo me quedo.

Ya

Sea libre.

viernes, 14 de mayo de 2010

Repetición

Cada año, se derraman ríos de tinta para conmemorar el aniversario del asesinato de Roque Dalton.
Quizá lo que escriba está de más. Sin embargo diré la verdad al mencionar que pasé ignorandolo durante años. 
Fue hasta que cumplí los 13 años, cuando entre los libros de mi papá, y sus sobres de papel manila, encontré un pequeño folleto de fotocopias de La Ventana en el rostro, junto a comunicados del ERP, y a un libro de Regis Debray. Ignoraba que mi papá leía esas cosas.
Unos años después, un profesor de Literatura que trataba de enseñarnos el arte en todas sus ramas, nos hizo asiduos lectores del suplemento 3000 del Co-Latino, y en los de mayo, "casualmente" venía un especial por los 22 años de la muerte del poeta. Ahí, después de escuchar al Lic. Napoleón hablar hasta por los codos del que probablemente fuera el poeta de la ruptura, el mejor, de nuestra historia, fue ahí que comencé a leerlo. Años después leí uno por uno, La Ventana en el rostro, El Turno del Ofendido, Un Libro Levemente Odioso, Un Libro Rojo para Lenin, etc. Quizá menos de la mitad de su obra, y fue suficiente.
Hoy, como no hay nada que yo, un simple lector pueda decir sobre él, que no hayan dicho los académicos, lo único que puedo hacer, es recordar de buena manera a quien podría ser junto a Salarrué, Gavidia, y Menéndez Leal, uno de los pilares de nuestra literatura. Y me quedo recordando, y leyendo...

Así era Roque Dalton, que ojalá 
me mirara escribir por sobre el hombro 
con su sonrisa pajarera, 
sus gestos de cachorro, la segura 
bella inseguridad del que ha elegido 
guardar la fuerza para la ternura 
y tiernamente gobernar su fuerza. 
(Fragmento de poema de Julio Cortázar, cuyo título ignoro)

Atraso

Ya el día en que particular y socialmente se dice todas las bondades de las madres, las cosas buenas, los sacrificios, y las maravillas de las madres, pasó.
Honestamente lo mejor de mi madre quizás sea que me quiera aún siendo quien soy...

Por eso no puedo evitar sentirme triste cuando veo esta película (Artificial Intelligence, 2001), esta escena...



Y el diálogo fuerte...

Monica: You won't understand the reasons but I have to leave you here.
David: Is it a game?
Monica: No.
David: When will you come back for me?
Monica: I'm not, David. You'll have to be here by yourself.
David: Alone?
Monica: With Teddy.
David: No. No, no, no! No, Mommy, please! No, no. Please, Mommy.
Monica: They would destroy you, David!
David: I'm sorry I broke myself. I'm so sorry I cut your hair off. I'm sorry I hurt Martin.
Monica: I have to go. I have to go! Stop it! I have to go now.
David: Mommy, don't! Mommy if Pinocchio became real and I become a real boy can I come home?
Monica: That's just a story.
David: But a story tells what happens.
Monica: Stories are not real! You're not real! Now, look. Take this, alright? Don't let anyone see how much it is. Look. Don't go that way. Go anywhere but that way or they'll catch you. Don't ever let them catch you! Listen, stay away from Flesh Fairs, away from where there are lots of people. Stay away from all people. Only others like you, only Mecha are safe!
David: Why do you want to leave me? Why? I'm sorry I'm not real. If you let me, I'll be so real for you!
Monica: Let go, David! Let go! I'm sorry I didn't tell you about the world.

miércoles, 12 de mayo de 2010

Juramento

Juraría que te vi.
Pero,
¿Cómo podrías ser vos?
Vos en las hojas que se acumulan en el patio.
Vos en las risas de los recien nacidos.
Vos en las líneas que me atraviesan las manos.
Vos en eso que mis oídos escuchan por las mañanas.

Y te pensé, y no podías ser vos.
Porque la misma geometría de la ciudad,
nos puso en ángulos opuestos,
con trisecciones imposibles,
y funciones incalculables.

Pero llegó la lluvia,
caminé unos cuantos pasos,
esperé que vieras hacia atrás
que te volvieras estatua de sal conmigo.

Y cuando me viste,
supe que eras vos,
regresé en mis pasos,
sos todas, pero no sos vos.

lunes, 10 de mayo de 2010

Sobre escribir.

La primera vez que pensé que algo en forma literaria conocida o por conocer (No por mi capacidad de inventar géneros, sino por mi inutilidad para alguno), fue a eso de los 13 años. Quizá ya estaba viejo para intentarlo.
Aunque leí desde muy pequeño, y mi regalo de navidad nunca estaba completo si no me daban el Almanaque Mundial actualizado, lo cual era una falacia, puesto que no lo actualizaban mucho, lo de escribir, vino por las razones más tontas del mundo.
Comencé a escribir porque pensé que los poemas eran buenos regalos. Y porque un maestro de literatura me dio paja.
Recuerdo que escribía poemas sencillos en un cuaderno negro que aún conservo con miles de tachones. Hice en total 121 poemas.
Hace algunos años, le hice todo un librito de poemas, el mejor que he escrito, a una niña que me gustaba. Nunca entiendo que hay cosas que no se deben regalar. Como mi "Turno del Ofendido" que se llevó otra. Igual, el libro con el cual decidí que yo quería escribir poesía en su momento, fue "La Geometría de lo incandescente" de la Cubana Allina Galliano. La leí en 1999, cuando me regalaron su libro en el colegio, por haber escrito el lema de la exposición. T.T
Regalé ese libro la navidad pasada. Craso error.
El asunto es que escribí por escribir.
Luego descubrí que mi talento para los poemas era tan escaso como mi capacidad de ver a través de los muros. Dejé paulatinamente de escribir, aunque sentía que quería decir algo.
En mis estudios universitarios, cuando estaba en tercer año, recuerdo claramente lo aburrido de las clases y como resulto de exótico entrar a un grupo de compañeros nuevos. Mis amigos quedaron todos en otro grupo, por lo que hice lo primero que se me ocurrió, escribí. Ahí escribí un par de cuentos entre clases. Luego me iba las tardes a conseguir libros, en cuya introducción citaban como referencias otros libros que luego consultaba. Así pasó ese año. El siguiente, decidí entrar a un certamen que salió, y no pasó nada.
Luego acabé la carrera y se acabó todo.
En el 2006, mientras mi vida se debatía entre mis problemas financieros, mi tesis de la Universidad, y mis prácticas jurídicas en la Cámara Segunda de lo Penal, revisando casos de gente masacrada, de mareros arrepentidos, etc, me aproveché del sistema, y en la computadora que me habían asignado, comencé a escribir una suerte de relatos extraños. Ahí nacieron muchos, entre ellos, el que mandé a la edición de ese año del certamen que mencioné. Esa vez me fue un poco mejor al llegar a los seleccionados.
Luego al año siguiente, comencé a sentir que quería decir más. Retomaba libros e ideas sobre como escribir y qué escribir.
Leí sobre técnicas, para no usarlas. Leí sobre recursos, para violarlos. Leí sobre temas, para ignorarlos.
Y me di libertad.
Con el tiempo, decidí participar en más de esas cosas, sin mucho interés. Así sigo.
Decidí seguir el consejo de Oscar Wilde : "Para escribir solo se necesitan dos cosas: Algo que decir, y decirlo"
Nunca me uní a un colectivo. Nunca fui parte de un taller. Nunca me interesé en ser parte de algún grupo, para mejorar mi manera de escribir. Porque así, aburrida, tonta y hecha mierda, es mi manera de decir las cosas.
Cada quien se forma como puede, quiere o debe.
Y al final, de ser una anécdota, esto se volvió una apología a mi mala calidad.


sábado, 8 de mayo de 2010

Posiblemente...

Las 5 fases

1. Negación.
2. Ira.
3. Negociación.
4. Depresión.
5. Aceptación.

martes, 4 de mayo de 2010

81 años.



Ajá. Sería la edad que tendría esa elegante y hermosa mujer si estuviera viva. (En la foto "Breakfast at Tiffannys")