Es 22 de marzo.
He escuchado todo el día a Silvio Rodríguez. A ratos me decía que escribiera la canción de la ausencia de ti, y a otros ratos como ahora decía que te diera una canción.
Era muchísimo más fácil resumir todo en una canción, una película, una poesía, y dejarlo todo aquí. Pero ya no puedo sumarlo todo así.
Quiero creer que un día comenzaré a borrar todas esas palabras que dije y me quedaré ahí, parado en ese enorme vacío en expansión. Eso y otras cosas imposibles.
Primero borraré esa necesidad de encontrar en cada mujer ese pequeño detalle que hace que me recuerden a vos.
Pensaré en esa absurda manía de encontrarte a cada momento disfrazada de ingeniosa casualidad. Me convenceré que es algo que me volverá a suceder. Que Aute mentía en sus canciones. Que aún no estoy lo suficiéntemente mayor para vivir un gran amor.
Creeré que alguien en algún momento del corto futuro que me aguarda, podrá hacerme entender que las casualidades aún pueden ser maravillosas.
Me esforzaré en creer que los días no fueron especiales, que la vida es un poco menos que los garabatos que estoy escribiendo ahora. Y quizás, solo quizás, olvidaré todo.
Olvidaré como te regalé tantas cosas que jamás se me ocurrirá regalar de nuevo.
Olvidaré que a nadie le volví a escribir esos cientos de páginas que te escribí a vos, como creyendo que hablaban mejor que mi voz, o como si ahí depositara todo eso que sentía. Como si eso fuese posible.
Olvidaré esos apodos cariñosos porque, ya es tiempo. Ya se me debe olvidar el ingenio que les pusimos a los apodos.
Olvidaré toda esa música que descubrimos juntos, las películas, la poesía.
Olvidaré que han pasado ya seis años en este 2012 desde aquella primera vez que te vi.
Olvidaré todo.
Pero seamos honestos. ¿Vos creés eso?
¿De verdad creés que podría olvidarme de tu desesperación por no lograr hacer todo lo que quisieras para mejorar el mundo?
¿Creés que puedo olvidar como te dolía el mundo?
¿Creés que podría de alguna forma incomprensible, justificar la creencia popular que dice que uno se aferra a los recuerdos para poder hacer la vida más soportable?
¿Creerás que este no es más que un post en un blog olvidado que vos jamás leerás?
Yo no podría creerlo.
Te doy las palabras que es lo único que me queda.
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