Uno se despierta como si el día fuera normal. Y lo es.
Y los días normales siempre te dejan algo. Consecuencias, adioses, finales, comienzos, rutinas y todas esas cositas leves y amarillas que te deja el simple hecho de respirar para vivir.
Entonces se siente que la normalidad no es para uno. ¿Y ahora qué voy a hacer?
Si uno se sienta en una banca a improvisar versos en un centro comercial y se da cuenta que ya no podrá llamar para que se rían con uno luego de escribirlos o solo pensarlos.
Y sí, dan ganas de escribir.
Buen viaje, vos.
1984 - Capítulo 5. Primera parte
Hace 2 meses
2 Manchas en la pared:
aaaay raúl...
lo normal, para nosotros, no existe.
o al menos, no ahorita ....
y si, lo mejor q podias decir es "buen viaje"
pero si ahí está...en tu corazón
volverá, paciencia...o ahorrá para llamadas de larga distancia
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