Esta semana el presidente de la república hizo uso de sus facultades constitucionales en razón del cargo, y vetó el decreto, de forma que, muy razonadamente (obviamente por su equipo jurídico y no por sí mismo), se denegó la aplicación de esa carta blanca para salir a matar y luego alegar legítima defensa mientras se es investigado y te dan el tiempo suficiente para huir. Porque, ¿eso es lo que haría un salvadoreño bueno, no?
No sé porqué pensé que era buena idea comentar una publicación de LPG sobre este tema en FB. Quizás fue lo tendencioso en el titular en FB: "Estos son los <<inconvenientes>> que el presidente le encontró a la legítima defensa". Sin mencionar que la legítima defensa sigue activa y haciendo hincapie en lo de "inconvenientes".
Por lo que haya sido, comenté y leí comentarios. Frustrante. Después de recibir mil puteadas cualquiera que intentara explicar el decreto, me decepcioné. No sé si realmente tenemos el país que merecemos.
¿Realmente pensamos así?
¿Realmente delegamos la responsabilidad en el otro y nos da igual ser violentos también?
¿Realmente somos más los buenos?
¿Seguimos siendo más los salvadoreños buenos?