jueves, 26 de marzo de 2015

El éxito y el fracaso de la marcha del 26 de marzo




El jueves 26 de marzo los salvadoreños asalariados nos dividimos(como es costumbre), en dos: los que madrugaron a marchar por la Paz, Verdad, Justicia, etc, y los que no lo hicieron y se despertaron tarde para aprovechar el asueto. Mención aparte todos los que hicieron "trip" a la playa o algún café de montaña en Ataco, para aprovechar el asueto, porque pues "su gobierno de mierda ya lo aprobó, no lo voy a desaprovechar". 
El asueto del 26 de marzo se aprobó como una medida sui generis que permitía mostrar que estamos unidos por una causa, siendo esta la búsqueda de la paz. Entiendo completamente lo que significa, o creo entenderlo, luego de ver lo que generó en mucha gente.
La gente se quejó porque "la marcha no soluciona nada", "creen que con la marcha se van a sensibilizar los mareros", "con la marcha creen que mañana todo será paz". Ridiculizando al extremo lo que otros hacían. 
Evidentemente la marcha no va a generar a partir de este 27 de marzo un país sin muertes violentas, sin gente que se putea o mata por un estacionamiento, sin gente que piensa en sí misma y no en los demás. Sencillamente porque no se mencionó que así fuera. Quizás ingenuamente, pensé que la marcha se había organizado con el objetivo de visibilizar nuestra unidad como país ante un flagelo que nos afecta a todos. 
Es OBVIO que el gobierno tiene que ponerse los pantaloncitos y enfrentar ambos flancos del problema: el estructural, heredado de más de 20 años de formación y crecimiento de las maras, y el problema inmediato, la represión necesaria pero pensada.
Ese es uno de los principales puntos que puedo objetar a la mayoría de personas que se quejaron de la marcha y su inutilidad. La crítica supuestamente constructiva de los opositores a la marcha, invita a decir que lo que hace el gobierno es malo, pero no dan una sola idea, y en lugar de eso usan el insulto, la burla, la ridiculización hacia las personas que no piensan igual que ellos.
Leí a alguien decir que las marchas solo son válidas si son contra el gobierno. Sorprendentemente cerrado y ANTI libertad de expresión el comentario, proviniendo de alguien que se define como "libertario".
Si no pensamos como esa persona, ¿nuestra protesta no es válida? Es, en el fondo, el argumento esgrimido. 
Otra persona mencionó que la marcha no va a incidir en la seguridad del país, y es la razón por la que no la apoyaban. Pero por supuesto que mandaron a hacer camisas y organizaron marchas no una, sino dos veces, para protestar contra el gobierno venezolano una vez, y la otra, más ridícula aún, para celebrar que Mauricio Funes dejaba el ejecutivo. Supongo que la protesta anti gobierno venezolano incide completamente en la política interna de Venezuela. Ahí SI vale la pena solidarizarse. Y la fiesta anti Funes debe haberle generado al expresidente una depresión de la que quizás sigue sin salir. 
Pero lo más triste, deprimente y hasta inmoral, fue leer a la gente quejarse por las calles cerradas, no por la movilización a sus trabajos o por otras circunstancias, sino por la imposibilidad de ir a la playa. Y aún peor, la gente que durante la cadena nacional se quejó porque no le dejaban ver sus series o películas favoritas. 
No sé en qué país vivo, sabiendo que hay problemas más trascendentales, que hay más vida allá afuera de la TV, y que mis series pueden esperar los 25 minutos que haya durado la cadena de televisión.  Ni marchar ni quedarme en casa viendo mis series de tv van a solucionar las cosas, sobre todo si seguimos siendo la sociedad polarizada y enemistada de por vida. 
Mientras sigamos dividiéndonos de esa tonta y maniqueista forma, entre "terengos y arenarcos", este país NO tiene solución. 
Mientras el gobierno no tome bien las riendas de los problemas graves estructurales socialmente hablando, y la represión necesaria en el tema de las maras, nada se va a solucionar.
Mientras la sociedad siga burlándose de los que piensan diferente a la mayoría, ya sea de izquierda o de derecha, NADA va a cambiar.
Esto lleva de título el éxito y fracaso de la marcha del 26 de marzo, y es redundante, quizás. Porque son lo mismo. El éxito de la marcha fue obtener al fin un diagnóstico del país: la división y el odio que conlleva, hace imposible arreglar este país. El fracaso es precisamente lo mismo que el éxito. No sirve de nada marchar ni organizar una manifestación de apoyo popular, si la gente seguirá dividida. 
Estoy absolutamente seguro que si la marcha la organiza ARENA, los que hoy la critican dirían que es un sano llamado a la unidad, y el gobierno responderia minimizándola y enviando a la UMO. 
Dicen que es por quien la organizó, que por los millones que las empresas perdían con un día libre, que es por el día, que coincidía con marchas venezolanas, etc. 
Propuesta: Únanse realmente señores de gobierno, empresa privada, ARENA, FMLN, Consejo de Seguridad, y convoquen a un acto multitudinario en día sábado. ¿Qué tienen que perder?
 

1 Manchas en la pared:

Clarita dijo...

hola, tanto tiempo!

sólo pasar a saludar, y comentar en esto que me parece tan cercano y familiar, que para cambiar nuestros paises, tenemos que empezar por cambiar nosotros, nuestro entorno, ser parte de las organizaciones y poner día a día granito a granito de arena, las energías en cambiar nuestra realidad.

Es agotador, desgastante y muchas veces frustrante, pero quizás lo es mucho más el ver que otros tomen y tomen decisiones equivocadas y egoistas.

Es necesario, es más necesario que nunca, que los pueblos nos organicemos y luchemos por decidir nuestro futuro...

un abrazo fraterno a la distancia!