martes, 7 de septiembre de 2010

No se imaginan

No se imaginan como odio cuando me despierto y quiero bañarme, para darme cuenta que el agua no está cayendo. (Te odio ANDA).
Pero igual, cuando sabés sobrevivir y enfrentar el día a "guacalazo" limpio, ni modo.
Y es peor. No se imaginan como me cae de mal que a la hora del desayuno me haga un café y de repente por pensar en la inmortalidad del cangrejo, que lo es porque camina en reversa, lo cual lo hace volver en el tiempo y permanecer joven, solo para darle un sorbo al café y darme cuenta que no le puse las respectivas dos y media de azucar. Horrible. No soporto las cosas sin azucar. 
Y luego, que hay que salir a encontrar trabajo, y me pongo el disfraz de abogado. Y no saben cuanto odio que cuando me estoy disfrazando, no logro encontrar el otro calcetín negro. Existe una regla cósmica que me hace tardarme más de 5 minutos solo en encontrar el bendito calcetín. 
Ya listo para engañar a los vecinos que piensan que soy un exitoso abogado, salgo y me pongo los audífonos, solo para darme cuenta que cuando doy Play en el Ipod, la cosa no suena. Se me descargó por haberlo dejado sonando desde las 2 de la mañana que me acosté hasta la hora que haya durado encendido. 
Pero hay cosas peores. Imagine usted que se le ocurre comprar el miércoles un vigésimo de la lotería porque se ha acumulado y son 545,000 dólares, casi como un par de bolsas de los barriles encontrados en Zacatecoluca. (Encontrados en la zona donde estuve el fin de semana pasado.¿ Recuerdan el post de la Ruta al Infierno?), pues imagine que usted por alguna idea preconcebida cree en sus sueños, y decide comprar en 5 la terminación. Resulta que en el sorteo, su 23545 no saca nada. La próxima semana, ¿qué pensaría usted si el 23545 gana un premio de $5000? Lo jugué una semana atrás, ya que más dá.
Y recordarse que de todos modos haga lo que haga todo es vano, absurdo y efímero.
No se imaginan lo que significa venir y ponerse ante la hoja en blanco y querer escribir, por ejercicio o yo que sé, y que no salga más que esto. O creo que sí, se lo imaginan. De todos modos puede que no escriba lo más suelto del mundo. Pero es gratis y mejor que deprimirme. 
Por su atención, gracias.

P.s No se imaginan cuantas ganas tenía de borrar esta entrada cuando la terminé. Pero ejercicio es ejercicio.

1 Manchas en la pared:

Anónimo dijo...

Esta entrada me ha gustado. Es muy sincera o eso percibo, por eso me gusta.