Luego de las últimas dos semanas en las que sacamos "patriotismo" a fuerza de la selección nacional, en la que odiamos todo eso que compartimos en común con México, no resultaba difícil entender como el fútbol terminó por reflejar algunos aspectos de la realidad comunes en estas zonas olvidadas de la divinidad de su elección.
Entre otros:
1) Las expectativas son tan altas que cuando no se obtiene el resultado deseado, siempre es momento de buscar culpables. El que pierde necesita encontrar culpables. Es como la vida. Si algo te sale mal, siempre encontrarás un culpable.
2)El ganador siempre presume de haber dominado todo sin contratiempos. El que gana siempre tiene en la mente que jamás le costó ganar. Ni siquiera cuando la victoria es pírrica.
3) Las diferencias son notables en cuanto a los equipos como a los presupuestos. Todos somos iguales, pero el que puede pagar mejores fogueos, mejores entrenadores y mejores condiciones, está predispuesto a ganar. El pequeño siempre va en desventaja desde el minuto 1.
Este post se autocensura. Por su atención, gracias.
1984 - Capítulo 5. Primera parte
Hace 4 semanas
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