Cuento Largo...o Novela Corta... Whatever..

Parte 1.


El Buen Hombre.
“Miren qué maravilloso hombre está viviendo en la tierra. Porque es, por decirlo así, universalmente y por sobre todo, un hombre, un hombre de la humanidad.” (Máximo Gorki en su diario, citado por León Tolstoi)


Camino un par de pasos, algunos más largos que otros. Voy justo detrás de la única razón de mi vida. A estas alturas casi estoy seguro que lo es...
Siempre supe que muchas cosas me esperaban en la vida, casi tantas que no podría llevar cuenta de ellas, ni pensarlas siquiera, sin aterrarme y ser feliz a la vez. Eso con solo pensarlo.
Siempre supe todo eso. Siempre. Lo que no sabía, era que algunas de esas cosas se cumplirían y otras no. La vida seguiría ahí no? La vida. La vida...
Y al fin, qué es la vida, sino una montaña de momentos, recuerdos, y aún de recuerdos por nacer. Solo eso.
Tenía miedo. Viví así. Era normal, sí toda la vida la he vivido cuestionándome la razón de cada una de las cosas que suceden, y rigiéndome únicamente por un dogma: Los dogmas no existen.
Allá adelante, junto a lo que me queda de tiempo, me espera el final. El final de todo. Un final ya decidido, pero sin razón alguna. Ahí adelante, a unos cuantos pasos de mí, camina esa razón.
Yo estudio. No sé para que, pero lo hago. Y estoy a punto de terminar. Pronto dejaré de ser el estudiante y pasaré a ser profesional, en lo que sea, menos en el duro y ordinario oficio de vivir. Espero graduarme pronto, morir. Pero antes, esta mi último trabajo. La última y definitiva razón de esta infantil existencia que llevo.
La vida me pesa, pero lo he elegido así. Lo había elegido así.
Mi plan es claro, y mientras lo pienso, sé que me observan, podría apostar que saben lo que pienso, pero no, no lo saben. ¿Estoy loco? Quizás, pero, ¿No es más loco el que lo es que el que no se da cuenta?
Sigo pensando, mientras camino, y sobre un muro blanco se encuentra escrito: “Terrible es este lugar”, y pienso dos cosas, ¿Dónde he visto eso antes?, y ¿Qué clase de loco escribe eso? Y no tengo ninguna respuesta. Yo, al menos habría escrito algo más.
Sería mucho más fácil, si viera todo como los demás, como aquellos que quizás un día, lleguen a leer esto. Pero no, no puedo. Quiero ser libre. Veo la libertad allá adelante, aspiro su aroma, sin salida, sin escape. No quiero ver nada que pueda devolverme a los rotos espejos de mi escabrosa realidad. Mi realidad, ahí donde circulan libres los aromas de la memoria. ¿Qué puedo hacer? Las ilusiones son universales, y mucho de lo que pasa en esta agridulce vida, no es más que eso, ilusión...
Pero, ¿Porqué hago esto? Aunque es sencillo de decir, probablemente no se entienda.
Solo intento averiguar porqué aquel sujeto vive de esa manera, o simplemente porqué, o cómo vive.
Trato de saber como es, que con unos 30 años encima, ha decidido vivir así, asumiendo que sea su elección, ¿Porqué? Es una buena pregunta, y la verdad es que, mi porqué, se basa en, de una vez por todas saber el porqué de su vida. Al saberlo seré libre, quién sabe sí de seguir viviendo o libre de mi mismo.
Para mi todo eso es definitivo, esa libertad es algo definitivo, porque así soy yo, y en mi ultimo vestigio de orgullo, es un imperativo, debo terminar con esto, con todo esto. Debo hacerlo yo.
Llevo ya días tras de él, solo un par, es más esta madrugada se cumplieron tres.
Anoto lo que veo, veo lo que hay, pero lo que hay, ya lo he pensado, y lo que pienso ya lo he vivido, nihil novus sub sole...Todo es tan fácil, que no se que hacer.
Quien lea un día esto, pensará que soy un loco, pero al cabo cuando eso suceda, ya no lo seré...
La vida es extraña, y mucho, pero creo que no fue siempre así, eso es lo que me han dicho, pero en lo más profundo de mi podrida conciencia, no puedo recordar nada distinto.
Ahora son las dos de la tarde y, aunque ha llovido un poco, la calle muestra nuestras sombras, la mía siguiendo la suya. Sabe que lo sigo, lo sabe desde el principio, pero le da igual.
No habla. Come muy poco, cuando se puede. Bebe agua, cuando logra conseguirla. Sobrevive.



Esperen pronto la parte 2.