Estoy escribiendo algo en lo que me estoy vaciando. En días así puedo arruinar cualquier cosa. No puedo recuperarme hasta que termine. Luego, como le dijo Christine Darbon a su esposo Antoine Doinel:
"No me gusta eso de que estés escribiendo sobre tu niñez, y tu familia. No sé mucho, pero algo que sé es que si usas el arte para ajustar cuentas, deja de ser arte."
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