No es grave nada de lo que sucede.
No es grave que un poco de gente esté decidiendo el control de instituciones del país.
No es grave que mucha gente haya sido adoctrinada para plegarse a las ideas de las cúpulas de los partidos políticos que luchan por el control de las instituciones.
No es grave tampoco que la gente no esté interesada por pensar independientemente.
No es grave que la cultura juegue un papel de última importancia.
No es grave que el país siga controlado por la misma gente años después, una guerra de 12 años y miles de muertos después.
Aquí, lo grave es que nadie lo considere grave.
Vivimos rodeados de todo y sumergidos en nada.
¿Habrá algún abogado o estudiante de derecho que pueda respetar al presidente de la CSJ, por capricho de los diputados?
¿Cómo seguir?
Uno escribe como si alguien le fuera a dar la respuesta en cualquier momento, y sabiendo que la pregunta quedará aquí.
1984 - Capítulo 5. Primera parte
Hace 2 meses
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