sábado, 13 de octubre de 2012

Reboot



Existe gente que reinicia (reboot), películas. Así, Christopher Nolan reinició y reinterpretó la historia de Batman y nos regaló películas épicas. Ahora, el mismo Nolan nos regalará, pero desde la producción, el reinicio de Superman.
A veces, yo también hago reboot. Sobre todo, hago reboot de mis cuentos porque me desagradan. Me aburro. Comienzo a odiar personajes, me duelen situaciones, sangro en paisajes que ya creé. Lo borro todo y reinicio.
Pero, ¿alguna vez han reiniciado un sueño?
Yo lo hice anoche.
Esas cosas no se hacen por decisión. Parece que hay algo dentro de nosotros que es lo suficientemente masoquista como para hacernos ver tantas opciones. Como un deja vù pero en sueños.
Todo comenzaba con una reunión para tomar café con una mujer que me gusta. Ahí estaba sonriendo hasta que le digo que mis intenciones son serias. Ella sonríe, me da la mano y se va después de una charla por compromiso. La veo marcharse sabiendo que es la última vez.
Despierto porque la alarma dice que debo levantarme. Recuerdo que no tengo nada qué hacer y vuelvo a cerrar los ojos.
Estoy sentado en la misma mesa del sueño anterior. La cara es distinta. Le digo a ella que mis intenciones son serias. Ella me ve y hace gesto de desaprobación. Dice que ella no puede ofrecer relaciones serias. Se aleja y  le llamo por última vez. Ella vuelve, me deja un libro y se va. Siempre.

Tocan la puerta de mi cuarto. Es mi hermana, despertándome para informarme que se va a la universidad y que ya es hora de despertar. Veo mi reloj. Son las 8:15. Insisto que no tengo más que hacer. Cierro los ojos de nuevo.
La veo sentada en la misma mesa. Camino alejándome. Ella me detiene para decirme que siente lo mismo que yo, pero no puede hacerlo. No está lista. Se disculpa. Le digo que estoy acostumbrado. Me alejo de nuevo. La veo y me voy. Sé que la volveré a ver. Pero duele. Sigo unos pasos más. Una mujer distinta me detiene, me ve a los ojos y me dice: Te estaba esperando. La reconozco aunque nunca la vi antes. Sonreímos y nos besamos.
Y así se reinicia un sueño.



"Si pudieras olvidar tu mente  frente a mí, sé que tu corazón, diría que sí."

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