jueves, 16 de agosto de 2012

Una chica real

Soy de ese tipo de personas que entran en la historia de la película que están viendo.
Rompo la cuarta pared de forma absolutamente voluntaria. Aunque la película ni lo sugiera.

Me gusta cuando en ese método de pasiva introducción como personaje mudo en la película que veo, me quedo hecho añicos al terminar la película. Porque me pasa a veces. Tengo ganas de llorar o de llorar sin llorar. Algo así como cuando estás leyendo un libro y te das cuenta que podés relacionarte con lo que estás leyendo, y es dramático, pero no podés presumir de ser uno con ese libro. No es posible.
Llega un momento en el que ver la película y comprender, aunque sea mal, lo que te quieren decir, no basta.




Lars es en todas formas un buen tipo normal. Lars es tímido, evasivo y socialmente limitado por su incapacidad de tener contacto con la gente. Su vida es hacia adentro.
Lars vive con su familia, trabaja y es normal.
Lars está solo y sabe que está incompleto.



El drama, la melancolía y la tragedia de Lars está en la médula de estos tiempos modernos. Lars debe inventar, alucinar, o como quieran decirlo, una relación con una muñeca sexual. 
Pero no es el método. Es el fin.
El fin es hacer un pequeño canto a la esperanza. 
No puedo aquí venir a sentirme especial y brillante llenándome de palabras complicadas para decir lo que esta película puede o quiere significar. Vengo a escribir lo tristemente real que es esta película.
Vivimos en un tiempo en el que tenemos miedo del contacto social. Vivimos hacia adentro también nosotros.
Muchos sobreviven, o quizás sobrevivimos, gracias a lo mismo que se muestra en la película. La compañía de gente un poco más normal que nos acepta con ese vacío. 
No es complicada. Es tan solo una metáfora sobre como nos aislamos emocionalmente y como tememos relacionarnos con la gente. 
Al final la esperanza de no estar solos para siempre es la moraleja de la historia, y un canto a superar ese dejo de despersonalización de la sociedad actual. 
Véanla. La recomiendo y sobre todo sufran. Con el personaje de Lars, Ryan Gosling da probablemente una de sus mejores actuaciones. 
Uno comienza a preocuparse y a pensar si está aislándose a propósito del mundo. Y si necesita también una chica real como la de la película. 
"Sometimes I get so lonely I forget what day it is and how to spell my name."

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