martes, 3 de abril de 2012

"Yo soy el contexto."










Me he preguntado cuántas veces he sentido que en el fondo de mi mente vive un Kevin Katchadourian que no le encuentra sentido a nada y está dispuesto a cometer una tontería para reconocer su lugar en la tierra. Aunque después no sepa porqué hizo lo que hizo.
La buena noticia es que solo es una película basada en un libro.
La mala noticia es que ahora comprendo mucho a mi alrededor.





2 Manchas en la pared:

El mal ejemplo dijo...

Feisbuc y sus compinches del microblogging han despoblado el desértico mundo de los blogs. Hacerla de Katchadourian podría nivelar un tanto las cosas: hacer un poco de control demográfico in real life.
más al caso, ¿a qué "lugar en la tierra" se accede mediante la negación del lugar de los otros?

Sandra.vegavera dijo...

Quizá la diferencia mínima entre tú y un Katchadourian cualquiera, sea la falta de un psicópata que te habite, desprovisto de empatía y sin capacidad de sentir emociones; la consciencia de tu comentario refleja otra cosa o pudiera ser que eres excelente escritor.

Confieso, me encantó la entrada, "Yo soy el contexto"; me encantó el tema en torno al cual gira el argumento de esta película (debería mencionar antes al libro, pero lamentablemente no lo he leído).
La cuestión, en todo caso, es: qué hacer ante un escenario en el que tu hijo, ese ser al que gestaste y pariste, resulta ser un "damages goods", ser justo la estadística a la que le "tocó" carecer de cierto ingrediente genético y que por ende es per se un perverso por naturaleza? Qué hacer si te sacas la antítesis de la lotería y le pegas "al flaco"?

Dos cuestiones de este argumento me quedan muy claras, en primer lugar la importancia de perderle el miedo a los psiquiatras, junto con todos sus estigmas; dos, la infinita desolación que puede sentir una persona al ser juzgada por el mundo; el miedo de tomar en serio la propia percepción y abrir la boca para pedir ayuda.