Sepa usted que,
Hoy tengo mis manos atadas, los pies cansados y el cabello corto,
que el mundo sigue en completa guerra,
que los niños no dejan de abrazarse,
que mueren tomados de la mano,
que el humo se respira a diario,
que lo bueno es malo,
y la vida es corta.
Pero mientras,
tome su mano y escriba.
Limpie la pluma y pongala en su boca,
haga un verso en el aire,
soplelo,
hágalo libre...
Yo, por mi parte,
me voy a sembrar luz, allá en el sur,
y cuando crezca y esté fuerte,
lo voy a cortar,
se lo haré ramillete,
y con lo que sobra,
nos haremos ricos,
y tomaremos otra vez café,
con dos de azúcar y sin pan...
1984 - Capítulo 5. Primera parte
Hace 2 meses
3 Manchas en la pared:
Qué maravilla!
Me ha gustado, el final, sobre todo, el inicio no.
Y la señorita habla alemán?
Ahhhhhh!
Idem
Lindas lineas.
SLDS!
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