Volar es un acto divino. Y dios no existe.
Volar es un trabajo de tiempo completo. Pero no pude solicitarlo.
Acá, mejor explicado:
El Hombre Pájaro.
Batir los brazos como el pájaro bate las alas, no es algo
precisamente gracioso; mas, para un niño de año y medio escaso, vera un
hombre mover los brazos en esa forma si tiene gracia, a juzgar por las
expresiones de alegría.
¿Por qué tiene gracia?
No lo sé aún, por más vueltas que doy sobre las terrazas y sobre las colinas.
Álvaro Menén Desleal
Una vez más hay que desertar.
1984 - Capítulo 5. Primera parte
Hace 2 meses
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