Este día descubrí el valor de no revolcarme en mi propio fango, el dolor de saber algunas cosas, la dureza de recordar otras, y además, la necesidad de muchas que probablemente, jamás llegaré a entender.
Mientras me reunía con algunos de mis amigos para disfrutar de una de esas financieramente pobres partidas de poker, me di cuenta de todo eso, sumandole que nada de ello podía decir, puesto que me cuesta a mi mismo entender como es que todo eso es algo para mi, en vista que el mundo alla afuera comete una de las dos poribles salidas: 1. No se da cuenta de lo que sucede a su alrededor.. Para mayor referencia, un blog anterior con el video de Travis "The Beautiful Occupation" : Don`t just stand there watching it happening...; 2. A nadie le importa lo que sucede. Para referencia similar, la misma canción.
Luego me doy cuenta que las bromas a veces suben de tono, y eso no solo es en cuanto a las bromas. Las cosas comienzan sin significar un apice en la vida, y se vuelven una mierda trascendental en cuestión de días, como esperar el día en que me pueda reunir con mis amigos en la mesa del poker, como saber que día podré tener otra divagación semi intelectual y otra sesión pseudo cinematográfica amateur con David y Virginia; como pensar cuando podré pasar un día con la gente que quiero, como antes; como esperar ese pinche mensaje que jamás me llegará, sabiendo que no va a llegar; como saber que para nadie podría significar algo, si no fuera por los pocos minutos que les doy, y que a veces, y solo a veces, espero que me dediquen a mi.
Cenestesia. Cenestesia. Cenestesia.
Cenestesia y Muerte. Una volviendose la otra. Y en medio los sueños. Todo lo que quiero saber es adonde estoy.
1984 - Capítulo 5. Primera parte
Hace 2 meses
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