PARANOIA
Ya no puedo salir.
Hay un hombre junto a la puerta
Con traje negro
Fumando un cigarrillo.
Pero
Lo he puesto en mi diario
Y las direcciones están todas en fila
Sobre la cama, ensangrentadas por la luz
Del letrero del parque vecino.
Él sabe que si muero
(o incluso si desaparezco)
aparece el diario y todo el mundo se entera
y nada significara nada.
50 etiquetas compradas en
50 mostradores de tiendas, todas distintas,
50 cuadernos con 50 páginas en cada uno.
Estoy preparado
Puedo verle desde aquí.
Su cigarrillo brilla
por encima de la noche,
y por alguna parte hay un hombre en una banca
sentado debajo de un anuncio y pensando en mi nombre.
Esos hombres han discutido sobre mi futuro en esos cuartos.
Si suena el teléfono sólo hay aliento de muerte.
Al otro lado de la calle, un revólver
achatado ha cambiado de dueño en el lavabo.
Cada bala lleva mi nombre.
Mi nombre está escrito en viejos archivos
y buscado en las listas del depósito de cadáveres.
Mi padre ha sido investigado;
gracias a Dios que ha muerto.
Escuchen...
escuchen,
escuchen por favor:
deben escucharme.
Bajo la lluvia, en la parada del bus,
grandes cuervos con negros paraguas
simulan mirar hacia arriba,
pero no está lloviendo.
En la habitación que hay sobre la mía,
Una anciana ha montado una conexión eléctrica.
Se lleva rayos de mi instalación eléctrica
y ahora escribo a oscuras
al resplandor del letrero de la cervecería vecina.
Les digo que lo sé.
He dejado de mirar el buzón.
Las felicitaciones son cartas-bomba.
(¡Aléjate! ¡Maldito seas!
¡Aléjate! ¡Ya conozco a todos!
¡Les digo que conozco a toda esa gente!)
El pequeño restaurante esta normal;
La mesera dijo que era sal, pero yo conozco el arsénico
cuando me lo ponen delante.
He visto extrañas luces en el cielo.
Vi las huellas embarradas de manos
sobre la porcelana.
Ya no contesto al teléfono
¿Ya lo había dicho?
Ellos se proponen inundar la tierra con mierda.
Saben cómo apagar el sol
con explosivos.
Yo me envuelvo en hielo..., ¿Ya lo había dicho?
Evito su alcance.
Conozco encantamientos y llevo amuletos.
Pueden creer que les temo, pero podría destruirlos
Ahora, en cualquier momento.
En cualquier momento.
En cualquier momento.
¿Quieres algo de café?
¿Les dije que ya no puedo salir?
Hay un hombre junto a la puerta
Con un traje negro.
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