domingo, 15 de abril de 2007

Yo, escribiendo editoriales...

Que yuca transgenica hablar de este tema, y no se porque demonios decidi escribirlo, solo ue sea para denigrar la lucha de un amigo pseudo ecologista segun el. Aqui voy con los transgénicos, una verdad difícil de digerir
A ojos cerrados podemos estar comiendo las frutas y los vegetales que tanto recomiendan los doctores y los nutricionistas para una dieta saludable. Pero, ¿hasta qué punto estas fuentes naturales de vitaminas y minerales hacen bien?

Algunos de los alimentos que consumismos podrían contener componentes genéticos que no les corresponden naturalmente. Los llamados alimentos transgénicos o genéticamente modificados son mayormente frutas y vegetales a los que se les ha alterado su genética. Este es un proceso de transferencia de los componentes deseables de un organismo a otro organismo, por ejemplo, de un pez a un tomate o de un animal a una planta.
Lo que se creó para producir sustancias de uso farmacéutico se utiliza hoy con propósitos comerciales. El objetivo inicial de la modificación genética fue crear resistencia a pesticidas o a insectos dañinos mediante la inserción de genes de un tipo especial de bacteria. De esta forma, el alimento expresa estos genes y produce proteínas especiales que lo protegen de insectos.
Sin embargo, otros factores convenientes para los empresarios han aparecido. Con el proceso, los productos obtienen mayor vida comercial, ya que, además de la resistencia a insectos y pesticidas, soportan cualquier condición climatológica y ambiental. Las temperaturas extremas de calor o frío, las sequías y los distintos tipos de suelos dejaron de ser problemas para los agricultores.

Los experimentos han avanzado de tal forma que hasta el color, el olor y el tamaño pueden ser alterados por la modificación genética. Algunos de los alimentos que pueden estar siendo alterados son los tomates, las papas, el maíz, la calabaza, el café, el apio, las zanahorias(Que por cierto eran blancas antes de todo esto), las uvas y la leche.
De la zanahoria se conoce que se aplica la ingeniería genética para prolongar el caroteno crujiente a la hora de ser ingerido. En el café, la modificación genética se utiliza para reforzar el aroma y reducir la cafeína, mientras que en las papas se aplica para reducir su capacidad de absorber aceites durante la fritura y obtener variedades más dulces y grandes. Con las uvas se pretende conseguir nuevas variedades sin semillas.

Y sigue el debate entre mentiras, engaños y medias verdadesQye yuca transge
En muchos debates, predominan posiciones poco racionales y faltan datos confiables, en donde florecen la manipulación y la desinformación a la sombra de grandes intereses económicos y personales. El asunto de los transgénicos introduce elementos de riesgo e incertidumbre asociados con el acceso al mercado y con el producto, propios de cualquier innovación. Por el lado de la oferta, las normas de propiedad intelectual y la estructura, de monopolios restringen las opciones de los compradores. Desde el punto de vista de la demanda, el riesgo para la salud, el ambiente, la calidad del alimento, son fuente de incertidumbre para muchos.Puta, debí estudiar economía... Ni modo elaboro las teorias del gobierno PUTA (Partido Unido de Transformación Académica (Que mierda más intelectual, no? )), y ya...

Lo que mueve al agricultor a adoptar cultivos transgénicos es una mezcla de mayores rendimientos, menores costos y mayor flexibilidad que se traduzca en más alta rentabilidad para un producto con mercado asegurado. El consumidor busca menor precio y más calidad, sin riesgos. En tal caso, el dilema no existe: Si usted es rico y está bien alimentado, no tome riesgos. Si tiene hambre, coma lo que haya, lo que sea más barato o lo que pueda, aunque sea transgénico, ya que el riesgo es mínimo y no se compara con la alternativa: Para el país, no poder competir, para el consumidor de bajos ingresos, morir de hambre. La sociedad como tal acepta los transgénicos si, aparte de esto, la tecnología no conlleva un riesgo ambiental significativo ni consideraciones éticas dudosas. En mercados competidos, esas son las opciones. En la realidad,el gran huevo aqui es cuando surgen los connubios entre multinacionales y Estado que atentan contra el derecho del ciudadano común a elegir.

En realidad, no hace falta afinar mucho los sentidos para saber que el pez grande se come al pez chico(Big fish eat the little ones...), que el más rápido saca ventaja del más lento(o perezoso...) y que lo que más cuenta en los negocios es la audacia. Se dice que el que tiene la información, tiene el poder. La información correcta, precisa y oportuna es valiosa. Y, claro está, más poder tiene el que la genera, la manipula y la distribuye, sin importar qué es cierto y qué no lo es.Debí estudiar periodismo...

Pregonar que, con los alimentos transgénicos, se soluciona el hambre del mundo es un engaño. Bien sabemos que el mundo produce alimentos en cantidad suficiente para alimentar sus más de 6,000 millones de habitantes. El problema es que la comida está mal distribuida y repartir mejor los excedentes alimentarios es una decisión política ó económica —incompatible con los postulados del neoliberalismo— y no científica.

Sucede que la amenaza a la salud de los transgénicos es un distractor que conduce al engaño. Ningún alimento pasa por tantos controles de salud antes de poder ofrecerse al público, que los transgénicos. El engaño se distiende de manera tal que el transgénico se convierte en excusa de conveniencia para imponer barreras efectivas al comercio. La pérdida de mercados potenciales constituye un serio inconveniente para quien decida producir estos alimentos transformados.

El punto álgido, circunscribiendo el debate al ámbito puramente económico, está en el supuesto de que el transgénico puede producirse a menor costo y ofrecerse al consumidor a menor precio. La amenaza inminente para los agricultores del mundo entero es la concentración de poder que viene ocurriendo tanto en la cadena agroindustrial como en los estamentos de la investigación. Esta es una situación que puede tergiversarlo todo, y le pintaría la cara a cualquiera.

Los mejores avances tecnológicos, en manos de una o dos compañías, pueden revertirse contra productores y consumidores, concentrando ingentes fortunas en los monopolios. Y los que generan las tecnologías son cada vez más territoriales y más cerrados al libre intercambio de conocimientos.

Es imprescindible que se asegure el flujo de tecnologías y garantice su acceso a amplios sectores de la sociedad. La verdad es que los alimentos transgénicos representan una alternativa útil y promisoria que puede complementar los esfuerzos tradicionales de mejoramiento.
Si se puede garantizar un acceso amplio y generalizado a estas técnicas y conocimientos, se podrá producir más con menos y hacerse con eficiencia donde más se necesita. Si no es así, porque el poder de los monopolios concentra de tal forma la propiedad sobre estas herramientas y el proteccionismo de mercados se afianza en la disculpa de los transgénicos, el resultado será más de lo mismo: excedentes de alimentos en los países más desarrollados, precios de ruina para los agricultores del tercer mundo, ampliación de la brecha de riqueza y menor disponibilidad de comida para los más pobres.
A la larga, los esquemas abusivos no benefician a nadie. Por la vía del irrespeto, de la conciencia elástica que todo lo justifica, de la ausencia del autocontrol y de tomar ventaja siempre que se pueda, no se cimienta una convivencia bien fundamentada.
Desde el centro de información del futuramente glorioso partido PUTA, vigilamos con interés estos procesos globales. Mantenemos reglas claras para que nuestro material pueda llegar, a través de esto, a los que creen en el futuro politico... jajaja... Y sigue la transgenica producción de información en este blog...

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