sábado, 21 de abril de 2007

Paráfrasis

Leí Rayuela hace un tiempo, y la verdad es que debo admitir, bajo riesgo de parecer un cursi sentimental, que si bien es cierto es algo un tanto complicado de entender, me sentía tan en el papel del sujeto del libro, tan enamorado de la Maga, que la encontre. Fue poco tiempo, y finalmente le dije que era ella, la Maga, y el resto ahora se ha vuelto un cuento viejo, de esos que algún día llegaré a escribir.

En fin, aún la recuerdo, y por eso como una forma de exorcismo, de ideas vagas y muertas, como una forma de metanoia, voy a parafrasear Rayuela. Es como una Kenosis, un vaciamiento de mi persona, una renuncia a mi esencia. Lo haré capitulo por capitulo. No sé si alguien se ofenda, y ultimadamente, me da igual.

Capítulo 1.

¿Encontraría a la Maga?
Acercarme a mi Maga, que me sonreía sin sorpresa, convencida como yo, en esos días, de que un encuentro casual era lo menos casual en nuestras vidas, y que la gente que se da citas precisas, es la misma gente que necesita papel rayado para escribirse lo que sienten.

Andabamos por ahí sin buscarnos, pero sabiendo que andabamos para encontrarnos. Ahhh Maga, en cada mujer parecida a vos se agolpaba como un silencio ensordecedor, una pausa filosa y cristalina que acababa por derrumbarse tristemente como un paraguas mojado que se cierra lentamente...

Pausa en el capitulo 1. No hay tiempo.

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