viernes, 19 de abril de 2013

Revisitar

Revisitar. Saber qué viviste en qué momento. Revisar las fechas, año por año. 
Pensar como pensabas, decir lo que decías.
Recorrer. Regresar. 

Hoy tuve un día normal... normalmente aburrido. Rutina, rutina, rutina.
Luego de un rato de estar cavilando como iba a hacer para mi busqueda de trabajo de hoy, me dije, voy a pasar un rato al ciber, fui y decidi que solo estaría una media hora. Estaba ahi cuando me habla Luis, el revolucionario de mi grupo, que decidió en vista de su incipiente liderazgo, que nos reuniriamos a las cinco de la tarde, y la reunion seria en el ciber. Por eso estoy aqui, a la espera que el venga y pague lo que me va a faltar...

(El día que vi pornografia casi frente a agentes de la PNC).

Este fin de semana ha sido de esos días en que todo me recuerda a una pelicula, esta vez fue una especie de "American Beauty"... Tristemente a lo salvadoreño.."En un tiempo estaré muerto, claro la fecha no la sé con exactitud, y de alguna manera, ya lo estoy". Y no, no estoy triste mientras escribo esto.Solo divago. "Siento que he pasado muchos momentos de mi vida en un coma del que estoy despertando. Y ya es suficiente" 

(El tiempo en que contaba mi lista de errores. Y eso que me comía detalles).

 Por mi culpa, por mi culpa POR MI GRAN CULPA...
(Cuando acepté que a mis 13 años era fan de Hitler).

  "I cannot go with you or ever see you again..."
(Cuando Casablanca me volvió a matar).

"Darse cuenta que uno es un personaje no es algo sencillo. Falta un poco de valor, de ese que le han agregado entre líneas.
Al principio, todo era normal. Yo podía ir de un lado a otro, como la vida prediseñada para todos. Comía lo que tenía que comer, caminaba como debía caminar, era como debía ser. La conciencia de plenitud necesaria para vivir, era lo único que siempre me faltó. Sabía que algo andaba mal."
(Cuando me enteré que realmente no existo).
 
"La indicación dice que debo responder en monosílabos sin hacer movimientos bruscos y siendo sincero."

(Cuando un polígrafo fue el último paso para mi trabajo).

¿Soy el mismo?
¿Somos los mismos?
¿Existimos más?
 


miércoles, 17 de abril de 2013

¿Volver?

"Una vez intoxicados con las interminables variables de esperanzas, peligros, deleites y novedad, fuera del Jardín del Edén, ¿quiém querría regresar a una vida donde no existe deseo alguno?"

Simon May.

miércoles, 3 de abril de 2013

El perro de Lambada

Lambada estaba ahí desde que tengo memoria. Siempre cansado, con esa dificultad para caminar y esa sonrisa eterna.
A nadie en la colonia le importaba que fuera un borracho. Era nuestro borracho. El borracho oficial de la colonia. El que buscaba donde pasar la noche en el parque, y el mismo que se asomaba a los portones de los edificios para pasar el tiempo mientras llovía. El mismo que nunca se negaba a hacerte un favor, como ayudarte a cargar, con sus pocas fuerzas, un tambo de gas a cambio de 5 colones, o luego de 1 dólar. 
Con el tiempo se fue encorvando. No era el mismo que yo veía cuando tenía 12 años. El mismo que cuando estaba demasiado ebrio se arrastraba por el parque y ostentó durante meses el apodo de "Arañita", hasta que se recuperó, se volvió a embriagar y recuperó al mismo tiempo su dificultad de caminar como bailando, y su apodo de Lambada.
Cuando se encorvó eran el amanecer de este siglo, como lo decía una presumida antología de poesía nacional. 
Lo seguí viendo en nuestras calles, pero ahora acompañado de un perro. Se veía que se habían adoptado el uno al otro. Eran una compañía callejera que era más feliz que mucha gente que suele presumir su felicidad.
Los vi durante años. Soportaron tormentas, soportaron hambre, los estragos del alcoholismo de Lambada, y sobre todo, la soledad compartida.

Hace ya un par de años que no veo a Lambada. Lo último que me dijeron de él fue que un día había estado demasiado grave, y cuando parecía que moriría en la calle, llegó una hija y se lo llevó. Se suponía que se recuperaría en su casa. Tenía unos 70 años o más. Dicen que se le escapó a su familia, siempre acompañado del perro con el que compartía sus aventuras.
Dicen que pasaron semanas y no lo volvieron a ver. Y luego meses.
Jamás conocí a la familia de Lambada. Jamás conocí el nombre de Lambada.
Ayer vi al perro de Lambada, buscando comida en la basura. Sin Lambada.
Solo.

6

¿Cuántas mentiras se pueden decir en 6 años?
¿Cuántas quejas se pueden escribir en 6 años?

¿Cuántas personas han venido y cuántas se han ido en 6 años?
¿Cuánto ha cambiado el que escribe y cuánto han cambiado los que leen?

¿Qué tan mal escribía entonces y qué tan bien escribo hoy?

¿Qué tanto ha valido la pena escribir aquí durante 6 años?
Lo mismo que vivir.