viernes, 30 de septiembre de 2011

Listas

Escribir una lista no es un arte sencillo. La verdad es algo odioso.
Comenzás con algo que querés dejar ir. Puede ser la lista de tus libros favoritos, las razones para no morir, los días que no pensaste en alguien, las mentiras que deseaste decir, etc. La lista de posibles listas es infinita y sus posibilidades renovadoras también.
Cada vez que hacés una lista dejás una parte de tus ideas en ella. Una lista no sirve de nada si no la revisás constantemente para saber si aún cuenta o no.Cuando dejás una lista incompleta es como cuando los relojes comienzan a atrasarse. Al principio no lo notás, y luego, poco a poco, el retraso se vuelve evidente, y la lista va quedando huérfana y vacía. Pero todo eso al final no importa. Todos somos una lista. Por eso siempre he sido adicto a escribir listas. Tengo una lista para todo. Una vez escribí una lista de las 108 cosas que me recordaban a alguien. (Acá va un saludo que no puedo hacer aunque quiera.) Otra vez decidí escribir una lista con 25 cosas sobre mí que muy pocas personas conocen (conocían), y luego una segunda parte, y luego una tercera. Las listas siguen siendo infinitas, aún completas. La paradoja continua.
Las listas son un camino de eterno retorno. Nunca se sabe donde, pero siempre se retorna. Se hace una lista y se llena una parte de la historia. De mi historia, de la historia del mundo, de la historia de la historia. Infinitamente.
Y aquí bien podría haber escrito algo distinto. Pero las listas no me dejan escribir nada. Quiero escribir algo y salta una lista por ahí para escribirse.
La lista no se escribe sola. La lista se hace escribir. Es una obligación. 
Yo soy una lista incomprensible. Lo que haré mañana será parte de una lista, cada día otra lista.
Morir entra en una lista.
Cada número será parte de una lista. Para siempre.

viernes, 23 de septiembre de 2011

También yo

Soy el capitalismo y busco mi triunfo individual sin importarme lo que tenga que hacer, ni la gente sobre la que tenga que pasar.
Soy la sociedad y me quejo de lo que sucede, de los muertos, de las injusticias, del hambre, sin mover un dedo para resolverlo.
Soy la clase política y cada vez que puedo, decido por los demás sin importarme sus necesidades.
Soy la iglesia y me lleno la boca con las palabras de salvación. Les digo a todos que hay que soportar, que la solución es seguir confiando, que todo se arreglará.
Soy el arte y hablo de libertad y expresión, mientras reviso todo lo que se ha hecho, le cambio un par de cosas y propugno que he encontrado un nuevo límite.
Soy la ciencia, y propongo teorías para explicar todo lo que sucede en el mundo, pero no busco transformarlo como es debido.
Y soy una mezcla de todo eso y se siente mal, porque el mundo se va a la mierda y no puedo hacer nada más que venir a escribir esto.

viernes, 16 de septiembre de 2011

Cosas Imposibles

1. La Cuadratura del Círculo.
2. La Trisección del Ángulo.
3. La Duplicación del Cubo.
4. La Teoría de los Campos Unificados.
5. Encontrar la Atlántida.
6. Descubrir lo que dice el Manuscrito Voynich.
7. "Et in Arcadia Ego."
8.Explicar lo que estalló en Tunguska en 1908.
9.Explicar mi mala suerte.

jueves, 15 de septiembre de 2011

La patria

"Nadie es patria, todos lo somos." Jorge Luis Borges

Mi patria es el mito del trabajo incansable pero feliz.
Mi patria es la necesidad de sentir orgullo desmedido.
Mi patria es un poquito más que esas 4 horas necesarias para cruzar por completo el territorio del país.
Mi patria son ese medio millón de personas que nacieron aquí y se fueron a conseguir una mejor vida.
Mi patria es cada día de esa estadística creciente de muertos.
Mi patria es la constante crítica, la incesante queja, la interminable necesidad y la indescifrable respuesta.
Mi patria son mis amigos, los que se fueron, los que se quedaron y los que murieron.
Mi patria es más que el paralelogramo con sus 3 franjas.
Mi patria es mucho más que tener uno de los mejores himnos del mundo.
Mi patria es más que la obligación de recitar una oración que se queda en puras palabras, una vez al año.

La patria es más que el atol, las empiñadas, las obligatorias pupusas y las riguas. 
La patria es más que ponerse la mano en el pecho cantando.
La patria es mucho más que desfilar anualmente.
La patria es, quizás, algo invisible.
La patria es querer sin reproches a tu amigo que hace tonterías.
La patria es seguir, aunque no se vea camino.
La patria es trabajar, como sea.
La patria es más que venir a escribir líneas y líneas inútiles.
La patria es más que escribir un ensayo adjudicándome la verdad absoluta.
La patria es más que comerse la flor nacional.
La patria es una fiera agazapada por toda la eternidad.

sábado, 10 de septiembre de 2011

Aniversario

 Cumplís 50 años. Ves por la ventana lo que ha quedado del mundo. Vacío.
La puerta ha permanecido cerrada desde hace años. No hay necesidad de salir.
Los papeles se acumulan, como la suciedad que llevás por dentro. 
Recordás repentinamente que nada ha tenido sentido. Nada ha valido la pena. 
Es tu cumpleaños y por primera vez en muchísimo tiempo, tocan tu puerta.
El correo lleva una pequeña tarjeta.

 "Los protocolos internacionales exigen que cualquier animal del cual no se hayan encontrado ejemplares en cincuenta años sea considerado extinto. Puesto que no se han encontrado pruebas definitivas de SU existencia SU especie cumple este criterio y fue declarada oficialmente extinta."

Y yo recordaba haber vivido.

lunes, 5 de septiembre de 2011

Muñequitos de papel




Sadako Sasaki no nació en agosto de 1945. En esa época la niña estaba en el vientre de su madre, quien sufrió la radiactividad de Hiroshima. A los 12 años enfermó de leucemia. Según una antigua tradición japonesa, un joven que está a punto de morir puede salvarse si construye con sus manos 2 mil cigüeñas de papel. Sadako se puso a trabajar y llenó su habitación con pequeños pájaros de colores. Llegó a confeccionar 544. Fue entonces que todos los estudiantes japoneses se entregaron al delirio de fabricar cigüeñas de papel. Pero la radiación derrotó al mito. Las últimas palabras de Sadako fueron: "¡Papá, mamá, no lloren!". Eso fue en 1957.

Comienzo a creer que por aquí deberíamos comenzar a hacer muñequitos de papel. Es todo tan inútil, tan efímero, tan triste.