sábado, 29 de diciembre de 2012

Los libros de 2012

Leí unos 25 libros este año. Muchos menos de lo acostumbrado y de lo que habría querido.
Tengo muchos más que están en espera de ser leídos. 
Descargué muchos y compré otros que ni avancé en su lectura.
Acá están los que más me gustó haber leído. Sin órden específico.




"La ciudad del deseo"  de Jorge Ávalos. 
Una serie de relatos llenos de imaginación y tensión. Incluyendo el más aterrorizante de los cuentos que he leído de autores salvadoreños.


"Los héroes tienen sueño"  de Rafael Menjívar Ochoa.
Una brillante novela corta sobre unidades contrainsurgentes y corrupción al mejor estilo que fácil podría volverse un éxito como adaptación al cine.


"El Guardián en el Centeno" de  J.D. Sallinger
Un libro obligatorio sobre la juventud y la provocación de las reglas y la afectación de la libertad en la personalidad.

Una novelita Lumpen - Roberto Bolaño.
La primera mención de Bolaño este año. Una novela corta y brillante con personajes que podrías encontrarte en tu colonia y no por eso dejan de ser fantásticos. Roma es lo de menos.


Amuleto - Roberto Bolaño.
La primera novela que terminé de Bolaño. Una maravilla que crece conforme avanzás en la lectura.


Cuentos Completos - Julio Cortázar. (Por los que me faltaban, Deshoras, Octaedro, etc.)
Ya no necesito decir más sobre estos cuentos.

El Astillero - Juan Carlos Onetti.
Al fin terminé esta novela. Y como esas novelas o películas que más me gustan, me dejó triste.


Los Perros Románticos - Roberto Bolaño.
Poesía cruda, dura, directa y precisa. Obligatorio.


Antología Poética - Oliverio Girondo.
Poesía en su expresión más real y necesaria. Gracias al PDF porque no lo pude encontrar en otra parte.

Lord of the Rings : The Fellowship of the Ring  - J.R.R. Tolkien. (Llevo 150 págs de 479.)

Y eso es por el momento.
Lo que más me gustó de lo que leí en el 2012.

viernes, 28 de diciembre de 2012

Las canciones del 2012

La música sirve para todo aquello que se imagina.
La música está en cualquier momento y en cualquier lugar.
La música es más omnipresente que dios.
La música es más justa que la vida y más fiel que las personas.
Y en el 2012 esto fue lo que valió más la pena escuchar.

1. Regina Spektor - All the Rowboats

2. Jack White - Sixteen Saltines

3.Fiona Apple - Every single night.

4. Bat for Lashes  - Laura

5.Marina and the Diamonds - Lies.

6.Paul Banks - Arise awake

7. Jack White - Freedom at 21

8. Adele - Skyfall

9. Of Monsters and Men  - Little Talks

10. Kylie Minogue - Who were we

miércoles, 26 de diciembre de 2012

Sé que existo

Muerte en el olvido. (Ángel González.)

Yo sé que existo
porque tú me imaginas.
Soy alto porque tú me crees
alto, y limpio porque tú me miras
con buenos ojos,
con mirada limpia.
Tu pensamiento me hace
inteligente, y en tu sencilla
ternura, yo soy también sencillo
y bondadoso.
Pero si tú me olvidas
quedaré muerto sin que nadie
lo sepa. Verán viva
mi carne, pero será otro hombre
—oscuro, torpe, malo— el que la habita...

lunes, 24 de diciembre de 2012

15 películas para el 2012

Cada año hago esta lista de todo lo que dejó el 2012.
Escribo una sobre libros, una sobre canciones, y en este caso, la de las 12 películas que valió la pena ver.
Las vi aunque no fueran de este año, y las pongo en el orden de mi gusto y no de cual es mejor. 
Valga una breve explicación en cada numeral para que, si les parece, vayan y las vean.



1. Moonrise Kingdom. (2012)
Probablemente mi película favorita de Wes Anderson. Actuaciones sublimes y un guión tan finamente escrito que terminás creyendo que ese amor infantil es el único que vale la pena.


2.Life of Pi (2012)
Ang Lee resucita para mi gusto. Después de haberme aburrido a mares con sus últimas películas, regala una película visualmente perfecta. Que trata sobre la fe, y sobre la vida. No importa que no creás en nada. Tenés que verla.


3.Amour. (2012)
Es difícil escoger una película favorita de las que ha hecho Michael Haneke, pero sin duda Amour está en el top 3. Es brillante, desgarradora y realmente una descomunal actuación de Emanuelle Riva. El amor es así.


4.Mary and Max (2009)
Tardé tanto tiempo para ver esta película, que cuando la vi hice todo lo posible para no llorar. La amistad, la muerte, el paso del tiempo y no encajar en un mundo que se mueve más rápido que vos. Todo en una sola película. Brillante.



5. El Ángel Exterminador (1962)
Una metáfora dentro de una metáfora. Una película esencial. 50 años después, Luis Buñuel sigue estando vigente.


6.Cesare Deve Morire (2012)
Los hermanos Taviani hacen una de las películas más arriesgadas del año. Una puesta en escena de obra de Shakespeare, actuada completamente por presos reales. Nunca sabés cuando es actuación. Todo es tan real.

7. We need to talk about Kevin (2011)
Increíble actuación de Tilda Swinton que borda un personaje que sufre como modo de vida. Una película imperdible que algún día tendrá el reconocimiento que merece.

8.Le Tableau. (2011)
La mejor película animada del año, es francesa y es del 2011. Usando técnicas que no tienen nada que ver con la animación gringa, presentan uno de lo guiones más interesantes del año. ¿Qué es mejor que personajes de cuadros que pueden saltar de cuadro en cuadro, buscando darle color a sus vidas?


9. Holy Motors. (2012)
Una impresionante película de Leos Carax, que no se soporta tan fácil. Con facilidad la mejor película del año. Le sucederá lo mismo que a Synecdoche, New York, eso de ser una película demasiado original y poderosa para el público y que se alimenta de si misma. Un simulacro enorme sobre la vida. Una vorágine de personajes y situaciones en el que hay espacio para todo. LA MEJOR DEL 2012.


10. The Dark Knight Rises. (2012)
Aunque no fue el final apoteósico que esperé, es una película que cumplió con las expectativas, incluyendo dobles y hasta triples lecturas de las ideas que expresó. Las actuaciones redondearon una saga que parecía estar destinada al éxito de taquilla. Nolan se mantiene en el nivel acostumbrado.

11.The Perks of Being a Wallflower. (2012)
Quizás ya se haya dicho todo sobre el acoso escolar y los problemas psicológicos, pero la forma en que se describen en esta película, más un Ezra Miller que por más mal que me caiga, actúa en estado de gracia, regalan una película con mucho sentimiento. Otra vez, es sobre encajar, la parte más difícil de vivir.


12. The Hobbit : An Unexpected Journey. (2012)
Todos sabemos que Peter Jackson no tenía necesidad de filmar una nueva trilogía sobre las historias que lo han vuelto el éxito que es, pero también debemos aceptar que técnicamente es impresionante, además de un Martin Freeman que tomó el reto de interpretar las aventuras del Hobbit más valiente de la Tierra Media, y cumplió a la perfección.


13.Take Shelter (2010)
Pasará un buen tiempo hasta que una película te cause esa sensación de pánico que va incrementando al no saber si lo que pensás es real, tanto como con Take Shelter. Quizás una de las mejores actuaciones del año pasado. Michael Shannon impresionante y una garantía en interpretación, tanto como Jessica Chastain, que probablemente salga con un Oscar en febrero, aunque por otra película. 


14.Skyfall. (2012)
Sam Mendes insiste que no reinicia la historia de Bond, y tiene razón. Pero relanzar la imagen de él, con la fotografía de Roger Deakins y reiniciar a Q, M y re-introducir a Miss Moneypenny hacen que la película entera tenga sentido. Probablemente, la mejor película de Bond. Para mí gusto, solo superada por Casino Royale.


15. Las Malas Intenciones. (2012)
De vez en cuando, en esta zona del mundo se hacen películas que se vuelven interesantes. Recomiendo esta porque hay pocas cosas mejores que ver niños con ideas existenciales, aunque estén equivocados.
Es encantadora. Lástima su trama lenta. Igual, todos deberían verla.  No fue la mejor latinoamericana del año, pero si mi favorita. 

Y eso es todo.
Lo que sigue son las canciones del año.

lunes, 17 de diciembre de 2012

De tener chistes internos

He tenido muchos trabajos desde que quise ganar mi propio dinero o me vi en la necesidad de ganarlo. 
Han sido tan distintos, que siento que intento robarle a Cantinflas el récord de la cantidad de empleos distintos según sus películas. Me falta ser sacerdote, barrendero y bolerito. 
En la mayoría de trabajos, por no decir en todos, me he sentido fuera de lugar.
Trabajé para un veterinario que había estudiado en Brasil y cada vez que hablábamos de política me contaba su proyección de ser Ministro de Agricultura una vez la izquierda ganara las elecciones. Años después, efectivamente entró a la política. Pero la gente de un municipio de Morazán no confió en él y perdió la alcaldía.
Trabajé también en la Defensoría del Consumidor, como parte del proyecto de mis horas sociales. La idea era que hiciéramos inspecciones aleatorias a supermercados. Hicimos varias y desde entonces me fijo en toda fecha de vencimiento. Ni se imaginan todo lo que uno se encuentra. 
Fue en ese mismo trabajo en el que recibimos una casi puteada del famoso propietario con ínfulas de cantante, de un mega supermercado que ahora creo que desaparece o al menos está en camino de.
El siguiente fue lo de las charlas en el Bajo Lempa en las que me decían que en el pueblo debía tener cuidado para que no me asociaran ni con el gobierno ni con los partidos. Llegué y traté de ayudar. Un fracaso a la cuenta.
Luego encuesté y eso significó recorrer casi todos los departamentos del país y despertar a las 2:30 a veces para poder irnos a Oriente. Valió la pena.
Pero nada,ni estar en la Cámara Penal en los juzgados, me regaló tan buen humor como el trabajo en el que estoy ahora.
Acá se han inventado hashtag que ya son míticos:
#PajasNiñaLupe. Acompañado de todo un chiste que no cualquiera entiende.
#NoSeásLocoPikachú. Otro chiste interno. Se lo contamos a alguien más y no lo capta.
#TranquiloChiquisaurio. Uno que salió de la nada, pero que sigue sin ser comprendido por mucha gente.

2012 fue un buen año para trabajar. Sobre todo ahí. 

Pero la primera Regla del MKT Team es no andar contando tan fácil nuestros chistes internos.

2013 traerá más chistes internos. Un año después haré recopilación con explicaciones.
Mientras tanto, ha sido bueno trabajar.

Mea Culpa Nº 22

Es una ley natural. 
Aunque lo intente de la manera más honesta, siempre tengo la culpa.
Que si digo algo para que alguien se sienta bien, lo toma a mal y se siente triste porque no lo dije completo.
Si actúo de forma honesta a mi personalidad, es decir racionalizándolo todo y sumiéndome en un mar de dudas como consecuencia, el problema es mío por haberme abonado a eso de la inseguridad.
Soy como una canción de Calamaro, "insoportablemente cruel". Y no es a propósito, aunque es lo de menos. Las acciones valen tanto como sus consecuencias, y no valen ni la mitad de los pensamientos que las motivan.
Eso es solo la mitad de lo que no me deja vivir. Seguir con la culpa colgándome de los hombros.
Aunque lo piense. Aunque sepa que no es mi culpa, la siento dentro como un alien queriendo salir porque ha terminado de comer lo que llevo por dentro. El alma, si es que creyera en eso.
Y ya no quiero.
Ya es suficiente. 
Me cansé de tener la culpa todo el tiempo, y lo que es peor, de merecer las culpas, y apocalíptico, que sea importante.
Me cansé. Asumo mis culpas y dejo los caminos sin recorrer.

domingo, 9 de diciembre de 2012

Sueño 1417

Soñar que estás como espectador ante lo que parece ser una película de los ochenta.
No es difícil si te dormís temprano.
Pero mis sueños son lo más inexplicable. Y ayer soñé que el protagonista era mi papá.

La trama era sencilla:
Había una isla que se supone que estaba en lo más perdido del pacífico y se supone que se había perdido contacto con la "civilización." La gente sobrevivía de los pocos turistas que lograban llegar.
Lo que la gente no sabía era que mi papá era el que tenía un trato con la gente de una revista de turismo para mantener encubierta la ubicación de la isla. De esa forma, mi papá se llevaba todo el dinero de la llegada de los pocos turistas, que pagaban bien para poder llegar a la isla imposible.
En un momento de la película, descubren a mi papá y parte antes que lo linchen, en un inmenso barco que ya tenía preparado en caso de eventualidades como esa.
Pero el barco falla y queda a la deriva. 
Al final, mi papá queda solo en la inmensidad del mar sin poder comunicarse.
Ahh, sos grande Raúl Marín padre.

Debo dormir como la gente normal y evitar estos sueños.

Aún

Aún ahora me escribís y lo sabés.
Sabés que estoy aquí y que me cuesta entender el mundo años después.
Sabés que me siento muy poco preparado y a veces necesito una palabra para saber que aunque las cosas no estén bien o no parezcan estarlo, no necesito más que seguir creyendo que puedo. 
Es la paradoja de tener esperanza que aún existe la esperanza.
Aún ahora.
Pero ahora estás lejos y las esperanzas crecen más lentos.
Yo solo quería silbar y ser feliz. 





Home is wherever I'm with you

lunes, 3 de diciembre de 2012

¿Por qué odio a la gente?

Yo sé que lo misántropo, por más que me autodenomine, no se me da. Es que no puedo evitar que si me sacan plática, trato de poner mi mejor sonrisa y a poner atención, porque a TODOS nos gusta que nos escuchen. Es el secreto, el misterio peor guardado, de las relaciones humanas. 
Somos lo que somos por las relaciones sociales que entablamos. Y acá puede que esté mintiendo, porque no tengo la verdad absoluta. Tengo la verdad que percibo.
Pero en fin, odio a la gente. No a toda, ni todo el tiempo a la misma, pero los odio. Odio en lo que se convierten de vez en vez.
Odio infinitamente cuando vengo en el transporte de regreso del trabajo y la gente dice comentarios totalmente estúpidos, porque simplemente han tomado la decisión de no informarse. No hay decisión más idiota que la que no se documenta en nada. Los instintos, las emociones, muy fuertes pueden ser, pero informarse valida lo que sea. 
Odio igual, esos momentos en que tenés que soportar en las redes sociales, que la misma gente que decidiste seguir, leer o lo que se diga, decir estupideces de primera categoría porque simplemente les gusta lucirse y piensan que diciéndolas lo hacen. Nada más alejado de la realidad.
Odio, que la gente presuma y presuma de sus conocimientos, sobre todo cuando lo que presumen son cosas que están OBLIGADOS  a saber, ya sea por sus estudios, ya sea por cultura general, etc. Pinche cultura general, como si vivieras tan lejos.
Odio absolutamente que las opiniones de todos traten de ser las definitivas, absolutas o únicas. Lo detesto con lo que cualquiera diría que es el alma.
Odio inconmensurablemente que la gente pretenda. La gente que quiere presumir de sus cosas materiales, de su apariencia, de su intelecto. La gente se ha olvidado de como vivir. Solo pretende.
Odio la gente que se autodenomina: Intelectuales, Random, Astutos, Poetuiteros, Microcuentistas, Escritores, Novelistas de novela rosa, historiadores que solo han leído a Hobsbawn, lingüistas que se cortan las venas por Eco o Wittgenstein. Odio que la gente cite autores para justificar la idea más retorcida que tengan.
Me parece abominable que la gente trate de llevar la contraria solo porque si. Odio que si están hablando todos de fútbol, el que no lo hace los critica y se trata de poner mediante ello, muy por encima de los demás. Si tan brillante sos, no necesitás divulgarlo. La gente lo nota. O quizás no, pero no lo necesitás. Da igual. 
Y entre todas esas cosas, odio eternamente, que de cada característica, tengo un poco. 
Porque nunca vas a poder odiar a alguien que no tenga un poco de tu propia personalidad.
Los odio. 

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Lo importante

Imagínese que el volcán de San Salvador está por hacer erupción y usted tiene que salir huyendo de su casa porque, por esas bonitas jugadas de la vida a las que debería estar acostumbrado por ser salvadoreño, usted vive en las faldas del bendito monstruo que vigila su ciudad.
Imagine ahora que en cadena nacional, el señor presidente llama a evacuación inminente y ordenada (imposible dada la naturaleza salvadoreña), y no hay más remedio que escapar de la casa, para lo cual se da media hora máximo.
Esas cosas suceden. Y quizás deberían suceder más seguido. 
En ese momento te ves rodeado de todas las cosas que pueden o no tener sentido en tu vida. Y debés escapar. Y debés decidir qué te llevarás. Porque no hay tiempo. Debés escapar.
Podés sacar un pequeño maletín y llevar muy pocas cosas con vos.
¿Qué te vas a llevar?

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Hace 11 años, ese recordadísimo 13 de enero de 2001, mi familia se desesperó y entró en pánico en la noche por las constantes réplicas que, en retrospectiva habría sido maravilloso que acabaran con todo lo que luego se volvería este país, por la noche se sentían cada vez peor. 
Recuerdo que por la noche, todas las familias vecinas tomaron la decisión de dormir en semi acampada en el parque de la colonia. Y mi mamá dijo que debíamos tomar lo que consideráramos de valor y llevarlo en una pequeña mochila con nosotros esa noche que dormiríamos fuera.
Yo me llevé mis documentos, mis lentes, un radio, dos libros, y puros recuerdos que al final no me habrían servido de nada. Recuerdos que se podían vender, recuerdos que se podían vivir. Y todo lo que sigo conservando. Recuerdos. 

¿Usted qué se llevará?

jueves, 15 de noviembre de 2012

Autopintarse es una metáfora

Uno ve una película con la esperanza de que sea una historia sencilla a la que se le debe admirar la técnica y la música. Pocas cosas más.

 Y uno se equivoca. 
Le Tableau es una fantástica e inteligente película animada. Maravillosa. PODEROSA.
Uno la quiere ver de cualquier forma menos de la real. Una propuesta filosófica tremenda. 

 Tres momentos son imperdibles.

1) Los personajes de la pintura, que creen ser los únicos, se han dividido en tres tipos: Los Tout pin, terminados por el pintor, los Pas fini, aún sin terminar, y los Reuf, los bocetos sin siquiera color. Han dividido socialmente toda la vida dentro del cuadro de modo que los Tout pin esclavizan a los Reuf y no dejan a los Pas fini usar la comodidad del castillo, porque, como ellos lo han dicho: "El pintor nos ha abandonado. Debemos tomar el control." Y los Pas fini siguen en la esperanza de que llegue el pintor de nuevo. Hasta que un día se dan cuenta que no volverá y ellos deben tomar su destino en sus manos. 



2) Luego de pasear entre los cuadros, logran robar el suficiente color de las demás pinturas, y acaban con las diferencias coloreando a todos, Tout pins, Pas finis y Reufs. Es una auténtica revolución del color. 
3) Al final, Lola, personaje secundario extraído del cuadro principal en que se refiere la historia, sale de la pintura y llega a encontrarse con el pintor. Con el pintor real de carne y hueso. Este la reconoce y le pregunta porqué ha salido. Ella solo lo quería conocer. Ella se va porque quiere ver el mar. El pintor pregunta: ¿Por qué saliste? ¿Qué quieres? Lola responde: "Nada. Solo quiero saber quién te pintó."  MARAVILLOSA alegoría.
Aparte de las múltiples referencias a Modigliani, Picasso, y la bella referencia a Chagall, el mensaje de la película es una absoluta belleza.
Ya no quiero esperar al pintor. Quiero terminar de pintarme por mi cuenta.


domingo, 11 de noviembre de 2012

Extratemporal

Ella es un ser fuera del tiempo.
Ella no se parece a nadie que conozca.
Ella es vida. Es sangre, tierra, soledad, sonrisa, lágrimas y recuerdos.
Ella es poesía viva.
A veces es el silencio cuando tiene las palabras atragantadas, en el momento de decir lo que le duele o le que quisiera.
Siempre ha pensado que la vida está regida por la voluntad de dios. Aunque es humana como todos, y a veces se indigna con los que no piensan en dios. Se contradice. Quizás por eso lo hago también.
Ella no pertenece a este tiempo. 
Ella se bañó en ríos, atravesó campos para llevar comida, trabajó desde niña, estudió hasta tercer grado, y ha sido feliz a pausas. 
Mis primeros recuerdos la tienen en sitio preferente. Llevándome a la cama enorme, cuando me encontraba casi dormido en la sala, jugando con unos carritos y un cronómetro. También la recuerdo llevando la mochila gigante de las tortugas ninja que usé en segundo grado. Y viendo las películas de Pedro Infante, cantando las canciones que aún ahora me puedo de memoria. Escuchando religiósamente el programa de las 8 pm en ese radio que me compraron para tratar de ayudarme a dormir más fácil, porque siempre fui difícil para eso. 
 
Con ella aprendí a cantar, a reír, a vivir un poco mejor de la tristeza que siempre tuve de niño.
Quizás ella nunca se dé cuenta de todo lo que me ayudó. Especialmente porque hace meses que no tenemos una conversación completa, solos. Y sé que es mi culpa. Es mi culpa porque cada vez que tengo tiempo no la he buscado, porque cuando ha estado conmigo no he encontrado la forma de volver a esas charlas, porque no la quiero lastimar cuando me dice que ora por mí a diario y por dentro siento ese inmenso desperdicio de su corazón porque en primer lugar, no valgo esas oraciones, y en segundo, no creo en dios. 
Ella jamás leyó el realismo mágico. Ella vivió en tiempos mágicos. 
Ella me contó cuando tenía unos 8 años, que su abuelo le contó que tuvo un sueño que lo dejó con una profunda tristeza. Le contó que veía el mundo enmarañado por hilos. Un mundo en el que la gente rogaba porque le pusieran esos hilos, y dejaba de ver el cielo. Y me lo contaba con tristeza. Para ella la tecnología solo alejó a la gente.
Ella ha vivido en varias casas y siempre se ha sentido una refugiada. Pero siempre he admirado su independencia. Cuando murió mi abuelo, sufrió en silencio. Unos años después decidió irse a vivir sola. 
Tuvo muchos trabajos. Incluso si ahora le dicen que vaya a estarse un par de horas a la casa de una vecina, solo para cuidarla, acepta. Ella sigue creyendo en la alegría hasta el día de hoy.
Ella tuvo 14 hermanos. Vivió en ese tiempo en el que el futuro era un tiempo inexistente. La mayoría de sus hermanos murieron en la niñez. Sus mascotas siempre tenían nombres graciosos que a cualquiera le parecían ridículos. Tuvo una perrita a la que nombró "Gaviota", y un gallo al que llamaban "Camión". 
Cuando era niña sufrió lo que sufría un niño en 1940. Caminaba kilómetros para llevar agua a la casa. Jamás olvidaré cuando me contó el día que escapó de la casa de sus padres. Tenía entonces 14 años y encontró su libertad de una forma mágica y dolorosa. Porque así son las cosas que valen la pena.
Mi abuela no cree en la suerte. Cree en el trabajo, en la sonrisa, en dios. 
Odia las fotografías. Quizás también eso heredé de ella. 
De ella aprendí a tener cuidado con mis palabras, a no desistir, a querer la libertad, a trabajar siempre por lo que quiero. Pero sobre todo, a ser feliz.
 Hoy, con 79 años en sus espaldas, no es la misma que me contaba las historias. No es la misma que trabajó cocinándole a unos amigos de Salarrué. Ya es una viejita cansada. Y quizás jamás llegue ni a la mitad de lo que ella ha vivido. Pero jamás se me olvidará todo lo que aprendí.
Felicidades, Mamá Nena.

martes, 6 de noviembre de 2012

Fractal rotativo

Subir al bus y ver a la gente mirar por la ventana hacia el lugar en el que hace 3 años te asaltaron y te quitaron aquel libro que habías tardado tantos años en conseguir y que habías tomado prestado de la biblioteca de la universidad, en una de esas tardes frías en las que solo pensabas en encontrarla y decirle que la vez que te tomaste ese jugo con ella y vieron el cielo a mediodía te hizo sentir tan completo como cuando fuiste niño y te regalaron un pequeño libro que aprendiste a leer un año después porque esas cosas no son sencillas, y sobre todo cuando no sos el hijo que está en primer grado, sino el que sigue, el que está en kinder y apenas le dejan jugar con plastilina, de esa que sale de los colores más insospechados, sobre todo cuando los mezclás y dan esa sensación de tener tu propio barbapapás, de aquellos que salían en Canal 10 junto a toda esa tanda de programas que incluían el de la brujita que iba a clases y pasaba mil penurias para cuidar a su dragoncito, y que años después encontrarías inexplicablemente parecida a la amiga que vive en Berlín a miles de kilómetros, o a 8 horas de diferencia, si las distanciamos como en Casablanca, ¿te acordás? Cuando Rick se pregunta, viviendo en Casablanca, la hora que es en Nueva York, solo para recordar algún momento de felicidad de los que pasó con Ilsa,  en ese papel que ahora ya no le creés a Ingrid Bergman, aunque se vea tan hermosa como siempre, sin nada que envidiarle a la encantadora Audrey Hepburn, aunque, ya se sabe, nadie como ella, porque "amamos tanto a Audrey", de forma parecida escalofriántemente a la historia de Julio Cortázar en que un grupo de gente se reune para ver una y otra vez las películas de Glenda Jackson, "Queremos tanto a Glenda", el libro que salió antes de "Deshoras", cuando ya Julio estaba muy enfermo de algo que después han especulado muchos biógrafos que tenía que ver con problemas de hemofilia, esa enfermedad que te impide la correcta coagulación de la sangre, lo cual sería el sueño de Drácula para tener almacenada por más tiempo la sangre que necesitara para saciar sus necesidades intrínsecas de vampiro, que claro, nada tienen  que ver con las necesidades que muestran los vampiros de las películas actuales, porque, ya ni creatividad tienen los guionistas actuales y les da por repetir las historias ya contadas y agregar detalles que no hacen más que ridiculizarla, aunque quizás lo que busquen sea volverlas absurdas, pero no se puede ser un Ionescu de la noche a la mañana y menos si te ponés a escribir historias ridículo-románticas, como si estuvieras poseído por algún demonio de mal gusto, aunque para eso primero deberías creer en ese tipo de entes, que por demás te parecen increíbles porque la ciencia no te ha mostrado pruebas, y vos sos como Tomás y necesitás ver para creer, y le metés los dedos en las heridas a los inventos de la gente hasta que comprobás que no hay sangre ahí, que la realidad es más fácil de comprender, más fácil de ver, si se limita a enfrentarla y no a escapar inventando ideas para justificar lo injustificable, como si fuera un delito que se puede no solo atenuar, y eso que la ley es clara y manda a castigar cuando se comete un delito, no importa quien seás, ni cuanto dinero tenés, aunque claro, siempre hay alguien que se logra escapar de la justicia, porque como decían en aquella serie que pasaba Canal 4: "La justicia es ciega, aunque ve en la oscuridad", lo que es como una paradoja, tipo aquella paradoja que dice que siempre que recorrés la mitad de un camino para llegar al final, te hará falta la mitad de esa mitad y así por siempre. Una metáfora asombrosa, y por cierto, salida de una serie de tv lo hace más surreal, sobre todo de aquellos tiempos en que Canal 4 era un mejor canal y no pasaba 8 horas de telenovelas, y pasaba aquel famoso jingle para decir que eran el canal deportivo del país: "Canal 4 es más que un logo pintado..." y esas cosas. Hasta te podías aprender el jingle. Era tan famoso como el anuncio navideño de la Nueva Milagrosa, aquel almacén que solía existir en el centro de la ciudad, en el que en una navidad te compraron aquellas copias chinas de los juguetes basados en la serie japonesa de TV que pasaba Canal 2 todas las tardes, y que constituían un gran aliciente a la hora de terminar pronto las tareas, aunque eso sucedía en los últimos compases del año. Hablando de compases, es como cuando aprendiste a tocar el piano a los 9 años, maravilloso momento en que te diste cuenta de las diferencias de compases, tiempos, etc. Y la gente suele decir que las cosas que se aprenden no se olvidan nunca. Hasta tienen un dicho famoso: "Es como andar en bicicleta, una cosa que no se olvida." La suerte es que vos nunca aprendiste a  andar en bicicleta, o al menos no de la forma correcta. Porque te interesaba más ver la serie de las aventuras del joven Indiana Jones, y aquel capítulo en que aprendiste como es que se sentía el amor, cuando Henry Jones pasaba sobre todos los protocolos para declararle a una pequeña aristócrata de nombre Sofía, que la amaba aunque nunca la volvería a ver. Son historias que se te quedan sin motivo alguno. La verdad es que no se necesitan motivos para las cosas que tienen que irse pegando a la conciencia. Pero es tarde y apenas te das cuenta que ya llegaste y hay que bajarse y luego recordamos más.

sábado, 3 de noviembre de 2012

Revisitar

Hace unos años escribí sobre mis muertos. Ahora, luego de pasar otra mañana de 2 de noviembre visitando los cementerios que se me han hecho costumbre, pasar la ruta de las tumbas famosas, hacer ideas de lo que me depara en el futuro, pensar que será mejor que me cremen y no gastemos en pago de cementerio para que no me pongan en mi cruz una notificación de la alcaldía para que me presente a pagar mi deuda con 3 opciones de solución, pago completo, pago en cuotas y dación en pago. 
Y es que en la muerte ya no hay muros, ni espejismos ni imágenes, ni intentos, ni fracasos. Somos todos iguales. Claro, por otro lado, la muerte no se decide.
Esta vez me dediqué a crearle historia a cada muerto. Pensaba en las familias que habían dejado atrás. Pensé, también, en las personas que fueron enterradas y jamás las fueron a visitar. Es como cuando tirás algo que ya no sirve y no tiene porqué seguirte importando. Muy parecido a aquellas noticias en el extranjero sobre gente que muere y es descubierta meses después. 
Quizás me resulta difícil pensar en eso. Me duele pensar en un vacío más allá del que ya tuvimos. 
El próximo año, si alcanzo a estar con vida, mi objetivo será encontrar un homónimo. 
¿Hay un Raúl Marín enterrado por ahí? Aparte de mi papá que yace en Jardines del Recuerdo. Paradójicamente olvidado.

Y luego la tumba, el vacío, la tierra, la marca, el olvido. Todo eterno.

miércoles, 31 de octubre de 2012

Los Disfraces

Disfrazarse podría pasar por arte. Sobre todo ahora que cualquier cosa es arte.
No me gusta disfrazarme. Sé que la gente se divierte, y en fin, llegué a la conclusión que si debía hacerlo, me disfrazaría de algo fácil y que no comprometiera mi imagen de amargado.
Mi primera opción dados los lentes y el pelo despeinado, la cara de andar siempre pensando que un mago malvado mató a mis papás, pensé en ser Harry Potter.  Era demasiado trillado y tonto puesto que estoy por pasar a la tercera década.
La segunda opción, y que aún estoy pensando, fue llegar como Sigmund Freud. Me daba la libertad de simplemente ponerme un traje formal, un habano y los lentes, y con eso andar cuestionando a la gente y sus vidas.  Estoy por descartarlo porque debería llevar barba.
La última opción es llegar como Quentin Tarantino en "Reservoir Dogs", acercarme a cada mesa y contarles sobre que trata Like a Virgin. Es el que más estoy pensando.
Siempre decidiendo eso, me puse a pensar que realmente todos usamos un disfraz. La diferencia es ante quien nos disfrazamos y de qué nos disfrazamos.
A veces nos disfrazamos de personas con conciencia. Somos como esa extraña raza que todos llaman "políticos". Creemos que tenemos la razón y tratamos por todos los medios de hacerlo saber y de pasar sobre los que piensan distinto.


Otras veces creemos que somos buenas personas. Nos damos golpes de pecho y pregonamos que leemos la biblia o el libro sagrado de su preferencia, y es como si leyéramos el periódico. Somos parodias de creyentes religiosos. Asumimos que con leer la biblia o cumplir un par de mandamientos bastará. Y nos volvemos mentirosos, hacemos que corran rumores, nos importa más lo propio que lo de los demás. 
Y aún hay otras ocasiones en que decimos a los cuatro vientos que somos personas buenas, y no perdemos la primera oportunidad para contradecirnos. 
Usamos máscaras para todo. Ante todos. 
Usamos una máscara ante nuestros amigos para que sepan solo lo que es necesario que sepan de nosotros. 
Nos disfrazamos de hijos confiables con nuestros padres.
Nos ponemos nuestro mejor traje de estudiante cuando vamos a la escuela, a la universidad, etc. Lo más importante es que la imagen sea creible. La IMAGEN.
Vamos a buscar trabajo, y luego cuando lo obtenemos, vamos al trabajo con esa imagen de personas decentes. Porque NADIE necesita saber la persona que realmente somos. Y todavía tenemos el descaro de decir que somos realmente como proyectamos. Si eso fuera cierto no existirían los secretos. Y todos los tenemos.
Y no queda nada. Nos llevamos la honestidad a la tumba. Lo que queda es lo que la gente pensó que eramos. 
Y los disfraces simplemente se van cambiando.
Ya no sé qué seré mañana. 

viernes, 19 de octubre de 2012

Doppelgänger

 "El verdadero doppelgänger sos vos, porque estás como descarnado, sos una voluntad en forma de veleta, ahí arriba. Quiero esto, quiero aquello, quiero el norte y el sur y todo al mismo tiempo, quiero a la Maga, quiero a Talita, y entonces el señor se va a visitar la morgue y le planta un beso a la mujer de su mejor amigo. Todo porque se le mezclan las realidades y los recuerdos de una manera sumamente no-euclidiana." Cap. 56 Rayuela.


Eras vos. Yo sabía que eras vos, porque sencillamente, siempre sos vos. 
Yo sabía que no eras vos. Nunca sos vos. Vos sos una dualidad y yo vivo de contradicciones. Es como debe ser. 
Desde que te vi correr detrás del bus, ya sabía que eras vos. Tu cabello lacio y brillante con el que alguna vez te habías hecho un bigote mientras yo te molestaba por el enorme parecido de tus orejas con las de los elfos de las películas. Pero vos estás en Chicago y sos feliz preparándote para salvar el mundo. Preparándote vos que podés. Yo me quedo a ver como todo se va a la mierda. 
Pero no eras vos y yo lo sabía. Era tu doppelgänger que siempre veo cuando volteo a la ventana del bus mientras llueve, o la que veo cuando quiero escribir algo y tengo la página en blanco y me dan ganas de escribir. Eras vos y no eras vos. 
Y los dobles no existen. Es imposible. IM-PO-SI-BLE.
Eras vos y sonreías como nunca antes. O quizás como recuerdo hace tanto tiempo ya. 
Pasé 20 minutos imaginando que me acercaba y te hablaba. Pero no eras vos. De haber sido vos no hubiese dudado tanto. 
Llegaste a tu destino y avanzaste a la salida. Yo estaba en el último asiento. Te vi a los ojos y eras vos. Pero como eras vos. Eras inexorablemente vos. No hay doppelgänger que valga. Sos vos. 
Me ves y te despedís. Es tu voz. Un poco más dura, un poco más simple y tan necesaria como hace casi un año que no la escucho. 
Esas cosas pasan cuando recuerdo que vos tenés una gemela a la que veo muy raras ocasiones, pero que me hace pensar en vos. Más de lo normal.
Un día después recibo un mensaje tuyo en el que me decís que viajás por lugares celestiales del caribe. Sos feliz y el orden está restablecido. 
Mientras tanto, leo, escribo y planeo. Es hora de matar mi propio doppelgänger.


sábado, 13 de octubre de 2012

Reboot



Existe gente que reinicia (reboot), películas. Así, Christopher Nolan reinició y reinterpretó la historia de Batman y nos regaló películas épicas. Ahora, el mismo Nolan nos regalará, pero desde la producción, el reinicio de Superman.
A veces, yo también hago reboot. Sobre todo, hago reboot de mis cuentos porque me desagradan. Me aburro. Comienzo a odiar personajes, me duelen situaciones, sangro en paisajes que ya creé. Lo borro todo y reinicio.
Pero, ¿alguna vez han reiniciado un sueño?
Yo lo hice anoche.
Esas cosas no se hacen por decisión. Parece que hay algo dentro de nosotros que es lo suficientemente masoquista como para hacernos ver tantas opciones. Como un deja vù pero en sueños.
Todo comenzaba con una reunión para tomar café con una mujer que me gusta. Ahí estaba sonriendo hasta que le digo que mis intenciones son serias. Ella sonríe, me da la mano y se va después de una charla por compromiso. La veo marcharse sabiendo que es la última vez.
Despierto porque la alarma dice que debo levantarme. Recuerdo que no tengo nada qué hacer y vuelvo a cerrar los ojos.
Estoy sentado en la misma mesa del sueño anterior. La cara es distinta. Le digo a ella que mis intenciones son serias. Ella me ve y hace gesto de desaprobación. Dice que ella no puede ofrecer relaciones serias. Se aleja y  le llamo por última vez. Ella vuelve, me deja un libro y se va. Siempre.

Tocan la puerta de mi cuarto. Es mi hermana, despertándome para informarme que se va a la universidad y que ya es hora de despertar. Veo mi reloj. Son las 8:15. Insisto que no tengo más que hacer. Cierro los ojos de nuevo.
La veo sentada en la misma mesa. Camino alejándome. Ella me detiene para decirme que siente lo mismo que yo, pero no puede hacerlo. No está lista. Se disculpa. Le digo que estoy acostumbrado. Me alejo de nuevo. La veo y me voy. Sé que la volveré a ver. Pero duele. Sigo unos pasos más. Una mujer distinta me detiene, me ve a los ojos y me dice: Te estaba esperando. La reconozco aunque nunca la vi antes. Sonreímos y nos besamos.
Y así se reinicia un sueño.



"Si pudieras olvidar tu mente  frente a mí, sé que tu corazón, diría que sí."

jueves, 11 de octubre de 2012

Memorias sísmicas

Desde que recuerdo, he vivido 2 terremotos, o 3 si le incluyen todos la calidad de terremoto al que no cuento.


Recuerdo el 10 de octubre de 1986 porque ese martes, yo estaba en casa viendo televisión mientras mi hermano iba a kinder. Odiaba que no me llevaran. Odiaba que mi hermano se quejara del kinder mientras yo moría por ir y tener mis propios libros y mi propia plastilina. 
Ese martes aprendí que las cosas que eran más fuertes que yo eran innumerables. Aprendí que los televisores que traían su propio mueble hasta con "patas", no eran eternos. Aprendí que mi casa tampoco era eterna. Mucho tiempo después, cuando estuve por última vez en casa, el día del terremoto de 1986, junto a los días de la ofensiva de 1989 y los terremotos del 2001, fueron de los recuerdos más sin sentido que me traje de esa casa.
Cuando fue el terremoto de 1986 yo tenía 3 año y 4 meses. Es de mis recuerdos más viejos. El más viejo, es de mi tercer cumpleaños en que le probé una cerveza a mi papá y me quedé dormido en el pasillo de mi casa.

En enero de 2001 yo era un bachiller en espera a entrar a la universidad. Me sentía como entrando a un mundo que sería mío. Estaba tan desesperado como de pequeño por entrar a clases.
Era un sábado. Mi familia en la azotea porque la ropa se llevaba a secar allá. Yo barría porque estaba aburrido. El temblor comenzó después de las 11 de la mañana. Recuerdo que teníamos a la perrita que nos acompañó por 11 años. Lobita no tenía ni un año cuando fue ese terremoto. Lobita estaba con mi familia en la azotea.
Recuerdo que subí las gradas mientras parecía que el edificio entero se desplomaría. Llegué y el temblor aún no terminaba. Lobita estaba desesperada ladrando al aire. No comprendía nada. Yo si. Abracé a mi mamá que estaba en un ataque de pánico, y le dije que ya iba a pasar. Unos segundos después todo comenzó a normalizarse. Más tarde, las réplicas. Dormimos en la sala con las cosas pequeñas y valiosas en maletines, listos para cualquier emergencia. Nunca se está listo.
Un mes después, tenía charlas de introducción en el auditorio de la Facultad que me recibiría por los próximos casi 8 años, sumados la carrera, tesis y graduación. Eramos cientos los que escuchábamos lo que nos esperaba de la vida universitaria, cuando las lámparas del auditorio se balancearon con fuerza. Los futuros abogados corrían de un lado para otro, sobre las butacas, sobre los pasillos, etc. Nunca se está preparado. Este último es el que personalmente no cuento como terremoto.
Hoy, 11 años después, estoy listo para estar listo para el siguiente terremoto. 
Nunca se está listo.

sábado, 6 de octubre de 2012

Una vez fui un cuervo




Una vez fui un cuervo. Un cuervo blanco condenado a repetir el viaje.
Construí puentes a fuerza de mentiras. Los llenaba de gente que se alineaba a pedir perdón. A pedirme perdón.
La redención llegaba en función de cumplir destinos. Y nunca necesité la redención.
Me paseaba con la suficiencia del vuelo en picada. Me sabía dueño del último latido de cada alma.
Porque está escrito que el día que al fin me atreva a dar la señal, los otros cuervos blancos vendrán, el viento hablará, las sombras desaparecerán y el tiempo revelará todo en su esencia. Revelará que nada existe.
Soy el mismo cuervo que criaron para sacarle los ojos a la humanidad.
Mientras tanto, espero. 

viernes, 5 de octubre de 2012

7 formas de pasar el tiempo mientras se viaja en bus

Es necesario someterse a los rituales cotidianos, como si viviéramos en libros de Carlos Monsiváis, o en los apuntes encontrados en una agenda de las que regalaban en los bancos allá por los noventa. 
Los rituales se van haciendo cada vez más necesarios y cada vez más difíciles. Es la ley. Uno debe vivir de la forma más difícil. 
Como algo tan sencillo como viajar en un bus del transporte colectivo nacional puede parecer la misión más aburrida del día, he recopilado un breve listado de formas para pasar el tiempo mientras se viaja en bus.

1) Analizar cada persona que se suba al bus. Inventarles vidas. Pensar en lo que piensan. Observarlos 10 segundos y reunir toda su humanidad en una breve historia que dure lo que el trayecto a tu destino.

2) Ver por la ventana y contar cuantas personas te sonríen desde la calle sin conocerte.

3)  Leer un libro. Podés sacar una frase aleatoria y mezclarla con lo primero que veás en el bus o fuera de él.

4) Dormir. El miedo de lo que puede pasar mientras vas dormido, es comprensible, aunque la vida en general es así.

5) Anote ideas de cosas que va pensando en forma aleatoria y que le pueden servir para escribir cosas como en este blog.

6) Coma. Compre chocolates o galletas de las que siempre venden. Sienta que con eso colabora a la causa. Aunque la causa no exista o no valga la pena.

7) Imagine.

jueves, 27 de septiembre de 2012

Extrañas ocasiones (II)

Vas camino a casa luego de una extenuante jornada de trabajo junto a unas maquinitas de pensar como les dicen que deben hacerlo. En el bolsillo llevás la llave lista porque sos de esas personas que no pueden estar sin algo en la mano. Vivís en impaciencia. 
Lo único que necesitás es llegar a casa y abrazar a tu familia. Darte cuenta que todo puede mejorar si tenés ese momento en el que todo cobra sentido por solo quererlo. Sonreírle a tu familia y saber que la vida es mejor. Es mejor. Es me-jor.
Llegás y la alfombra café te informa que estás en lo que decidiste llamar "hogar". Dentro se escucha la pequeña perra arañando la puerta para encontrarse con vos.
Girás la llave. La perrita se emociona como si tuviese años sin verte. Te pasa la lengua por el pantalón y si pudiera hablar, te diría que te ama sin condiciones y que te extrañó desde el momento que saliste por la puerta. 
En la casa todo está normal. Te sentás y sale tu hermana a decirte que el trabajo estuvo difícil hoy. Te dice que si querés un café te lo prepara. Pero no es tu hermana. Nunca has visto a esa mujer.
Por un rato te cuesta reaccionar. Ves las fotos en la sala sobre el mueble del televisor y en todas las fotos estás con ella y con otra señora que asumís que es tu mamá.  Llega, te abraza y dice que te preparó tu cena favorita. 
Es ese momento de nuevo. Esa extraña ocasión en que cambiás de universo, de realidad,  y tenés que seguir viviendo hasta que vuelva a cambiar. Ya perdiste la cuenta de las veces que te ha pasado. Ojalá seás el único al que le pasa.

viernes, 21 de septiembre de 2012

El último juguete





Lo habían llevado a casa como un regalo por el cumpleaños de la hermana mayor. Era de esos regalos que no vendían en cualquier parte. Difícil de encontrar y muy, pero muy demandante de cuidados. 
Dicen que los comenzaron a vender como una respuesta a las necesidades del nuevo siglo. 
Nadie sabe a quien se le ocurrió la brillante idea de venderlos. Eran la mascota más extraña que se había visto en muchísimo tiempo. Incluso había gente protestando por la forma en que se vendían en las calles. Hasta que, claro, las grandes empresas tomaron el control y comenzaron a cercar el mercado y  "ayudaron" a crear regulaciones más claras sobre la venta de la nueva sensación en mascotas.
Los comerciales los mostraban ahí creciendo poco a poco, hasta que te veías en la necesidad de tapar el agujero de la respiración  y comprar uno nuevo. Así eran los de la primera generación, los que fueron creados sin la participación de las empresas más grandes del mundo. Luego los fueron perfeccionando y hubo quienes los conservaban por algunos años gracias a la bondad de la falta de crecimiento. Una vez más, la adaptación se sometía a prueba. A límites insospechados. 
Los primeros días eran los peores. Había que estar pendiente de activar el mecanismo por el cual entraba en la botella el tubo con nutrientes suficientes para mantenerlo por unas horas. Recordaba un poco lo que hace unos 100 años había sido el "tamagotchi". Mascotas virtuales que dependían absolutamente de uno. Ahora, las empresas habían eliminado lo virtual del asunto. Con las nuevas regulaciones sobre genética, crear pequeños seres humanos y dejarlos embotellados hasta que crecieran dentro de la botella era tan sencillo como atrapar grillos. 
Los miniseres, como le gustaba llamarlos a la gente en este hemisferio, no requerían mucho más que un tubo de alimentación, uno que se utilizaba para el aseo diario, tanto como baño como para succionar los desperdicios corporales, que era uno de los elementos que aún faltaba por perfeccionar en el pequeño ser. 
Pronto, las asociaciones civiles protestaron, no por considerar que los miniseres tenían derechos, sino porque creían que eran una estafa para el comprador de buena fe, puesto que no duraban mucho tiempo sin los cuidados necesarios. 
Los gobiernos decidieron retirarlos del mercado. Fue el primer paso para crear el mercado negro de miniseres. Los creaban para el consumo prohibido de gente adinerada que le encantaba coleccionarlos. Los creaban a solicitud de sus futuros dueños. Se decía que los ricos habían llegado a crear colecciones de miles, solo para verlos morir uno por uno y reemplazarlos con otros iguales. 
Los miniseres jamás desaparecerían porque siempre habría gente necesitando más y más gente para divertirse. Para divertirse viéndolos morir de hambre detrás del vidrio. Para hacerlos sufrir a voluntad. Para negarse a escucharlos.  Para quebrar el vidrio. Pocas veces se supo de alguno que logró desarrollar el habla. Los miniseres no tenían memoria o conciencia de más de lo que vivían. En las noticias, el día que los sacaron del mercado, apareció un video del pequeño miniser que rompió el vidrio y gritó "papá" antes de morir de inanición. 
El mundo seguía siendo un nido de malas intenciones. El mundo seguía teniendo a los miniseres. Ahora ya no estaban a la vista. Y muchos eran miniseres. Y no lo sabían.

jueves, 20 de septiembre de 2012

Notas sobre el silencio

El silencio está vivo. Te va matando a diario cada vez que pensás en él.
Uno cree que sabe donde queda el silencio, pero él es más listo. 
Una vez lo tuve en mis manos, lo estrujé, lo maldije y lo empeñé por el valor de un café por la tarde.
Quería escribir sobre el silencio y se me escapó. Porque el silencio es tan puro como el tiempo, y tan suyo como él.
Va viajando solo y se lleva lo que marca el día. 
A veces, es mejor dejarlo vivir. Nadie sabe lo que hace hasta que guarda silencio.
Crear es la mejor forma de matar el silencio, dicen. Pero crear el silencio y dominarlo es tarea excepcional, y traicionera.
Hoy decidí escribir de él, amarrarlo y dejarlo listo para que trabaje para mí. Apenas y me doy cuenta que el amarrado soy yo.

lunes, 10 de septiembre de 2012

Max




De vez en cuando me pongo triste sin razón. La mayoría de veces tengo razones aunque no parezcan demasiado comprensibles. ¿Cómo me voy a sentir triste cuando acabo de ver a mis amigos y la he pasado bien?
Y en otras ocasiones me siento alegre de haberme entristecido. Y tiene sentido.
Nunca había tenido el valor de terminar de ver "Mary and Max" porque veía 20 minutos y ya estaba triste. Y siempre, inequívocamente, era cuando tenía gente a mi alrededor. Mis convencionalismos sociales han evitado que me sienta cómodo llorando en público. 
La terminé de ver y es de esos momentos en que sabés que algo te ha tocado. Algo que te sacude aunque te lo hayan mostrado de forma sutil. Algo como redescubrir la soledad.
Porque inevitablemente uno se da cuenta que no se parece a Max, ni padece Asperger, ni tiene limitaciones sociales, pero se siente como él. Ya ha pasado seguramente eso que  no entendés a la gente. No sabés porqué actúa como lo hace ni porqué dice las cosas que dice.
Pasa que uno comienza a vivir hacia adentro y a sobrevivir hacia afuera. 
Se trata de querer recuperar la fe y pensar que no es necesario tratar de interpretar o entender lo que la gente dice o hace porque, al fin y al cabo, todos somos distintos. Pero es tan difícil.
Estoy triste. Tengo motivos. Pero Max me enseñó que no es necesario tanto para sentirse un poco mejor. Y ahora es lo que intento. Tratar de sentirme un poco mejor. 

"Your sidewalk is like mine, but, probably not as many cracks. Hopefully, one day, our sidewalks can meet, and we can share a can of condensed milk. You are my best friend. You are my only friend.



Mis 5 palabras favoritas son : Sinalefa, estirpe, sístole, sinécdoque y vacío.

martes, 4 de septiembre de 2012

La democracia.



Dice Aladeen lo siguiente:
"Imaginen una dictadura en los Estados Unidos…
 Podrían conseguir que la riqueza de todo el país quede en manos del uno por ciento de la población. Podrían contribuir al enriquecimiento de sus amigos ricos, reduciéndoles los impuestos y resarciéndolos cada vez que pierden dinero. Podrían ignorar la necesidad de salud y educación que tienen los pobres. Los medios masivos de comunicación parecerían libres pero en realidad estarían controlados por una sola persona o una familia.Podrían intervenir teléfonos. Podrían torturar prisioneros extranjeros. Podrían arreglar elecciones y mentir sobre las razones de la guerra que están por declarar. Podrían llenar sus cárceles con integrantes de un único grupo racial y nadie protestaría. Podrían usar los medios de comunicación para asustar a la gente y respaldar políticas contrarias a los intereses populares. "

Entender que solo es una película. Lo demás es más fácil de entender. 

domingo, 2 de septiembre de 2012

Horror recurrente

Llegar a casa casi a media noche bajo la lluvia de agosto. 
Ya que vivo en una colonia cerrada, paso el portón y voy hacia el laberinto de pasajes para llegar a casa. 
No he avanzado nada, cuando veo a mi mamá. Me saluda como siempre y me dice que salió a encontrarme por la lluvia.
Me pregunta por mi día. Me pregunta por mi hermana. Dice que me estaba esperando, que estaba preocupada.
Llego al pasaje que da la entrada a mi casa. Mi mamá saliendo de la casa. Me asusto y volteo hacia atrás. Mi "mamá" ya no está. Escucho una risa suave detrás de mí.
Camino hacia mi casa. Entro con mi mamá y duermo temprano. Lo necesito. 

Horror necesario

Ir en el transporte camino a casa y darte cuenta que ahí está la inmensa nube. Y querés que sea cierto. Sabés que hay muchas razones para que no deba suceder, pero en el fondo querés que pase.
Lo querés porque estás cansado de todo.

                                                 (Algo así.)

Te bajás y caminás a casa dándote cuenta que solo pasás por otro episodio de pareidolia.
Te dejás de imaginar el mundo ardiendo en sus últimos minutos.
Y te horrorizás de continuar aquí. Sin salida. Vacío. Solo. Justo como el mundo.

viernes, 31 de agosto de 2012

This is your life

Resumiendo, según Trustocorp:

Nunca mejor dicho.


He really knows.

                                                                        Más completo.


 

miércoles, 22 de agosto de 2012

Inventar

Uno se sienta ante la página en blanco porque no tiene nada que decir pero quiere hacerlo.
Uno no quiere rendirse ante ese vacío de dormir sin haber dicho nada. Aunque nadie esté para escucharlo.
A veces creo que estoy tomando demasiado en serio este oficio de vivir.  Siento que estos días de ser un adulto y dudar de todo, desconfiar de todos, y cumplir con las rutinas porque son lo que nos han enseñado a usar para darle balance a la vida, simplemente no funciona. Nada de eso funciona.
Como a veces uno piensa demasiado. Lee demasiado y espera que todo esto termine pronto. Lo más pronto posible.
Es una broma cruel e interminable.
Y luego, el silencio.Nada más mortal que el silencio.
Sobrevivir se basa en los recuerdos. Vamos armándolos para el futuro. Porque un día los necesitaremos. Un día vamos a querer, a necesitar llorar. Un día nos reiremos del día en que lloramos. Para eso sirven los recuerdos. Se van anotando en calendarios infinitos, con palabras sencillas para encerrarlas en círculos. Un círculo para cada día de tristeza. 

Cuando me siento así me dan ganas de inventar. Por eso es necesaria la página en blanco. Para llenarla de todas esas cosas que recuerdo aunque no hayan sucedido.
Un poco como lo que explican en Waltz with Bashir:
"Memory is dynamic, it’s alive. If some details are missing, memory fills in the holes with things that never happened."


Y no sé si decirme que una vez fui alguien feliz. Decirme hasta el cansancio que vivo en un lugar en el que siento calor cuando lo necesito, siento mis pies tibios pisando la tierra fresca recién después de la tormenta. Soy mi número favorito y es todo lo que necesito.
Quiero decirme eso. Quiero saber que tengo razón en sentirme así.
Dan ganas de quebrarse de una vez por todas si no se hacen esas cosas.











Dan ganas de inventar.




jueves, 16 de agosto de 2012

Una chica real

Soy de ese tipo de personas que entran en la historia de la película que están viendo.
Rompo la cuarta pared de forma absolutamente voluntaria. Aunque la película ni lo sugiera.

Me gusta cuando en ese método de pasiva introducción como personaje mudo en la película que veo, me quedo hecho añicos al terminar la película. Porque me pasa a veces. Tengo ganas de llorar o de llorar sin llorar. Algo así como cuando estás leyendo un libro y te das cuenta que podés relacionarte con lo que estás leyendo, y es dramático, pero no podés presumir de ser uno con ese libro. No es posible.
Llega un momento en el que ver la película y comprender, aunque sea mal, lo que te quieren decir, no basta.




Lars es en todas formas un buen tipo normal. Lars es tímido, evasivo y socialmente limitado por su incapacidad de tener contacto con la gente. Su vida es hacia adentro.
Lars vive con su familia, trabaja y es normal.
Lars está solo y sabe que está incompleto.



El drama, la melancolía y la tragedia de Lars está en la médula de estos tiempos modernos. Lars debe inventar, alucinar, o como quieran decirlo, una relación con una muñeca sexual. 
Pero no es el método. Es el fin.
El fin es hacer un pequeño canto a la esperanza. 
No puedo aquí venir a sentirme especial y brillante llenándome de palabras complicadas para decir lo que esta película puede o quiere significar. Vengo a escribir lo tristemente real que es esta película.
Vivimos en un tiempo en el que tenemos miedo del contacto social. Vivimos hacia adentro también nosotros.
Muchos sobreviven, o quizás sobrevivimos, gracias a lo mismo que se muestra en la película. La compañía de gente un poco más normal que nos acepta con ese vacío. 
No es complicada. Es tan solo una metáfora sobre como nos aislamos emocionalmente y como tememos relacionarnos con la gente. 
Al final la esperanza de no estar solos para siempre es la moraleja de la historia, y un canto a superar ese dejo de despersonalización de la sociedad actual. 
Véanla. La recomiendo y sobre todo sufran. Con el personaje de Lars, Ryan Gosling da probablemente una de sus mejores actuaciones. 
Uno comienza a preocuparse y a pensar si está aislándose a propósito del mundo. Y si necesita también una chica real como la de la película. 
"Sometimes I get so lonely I forget what day it is and how to spell my name."